eduardo-bajob.jpg

Tiempo de silencio

17/05/2023
 Actualizado a 17/05/2023
Guardar
Un título prestado, de una obra fundamental en la Literatura Española, de Luis Martín Santos. Las obras maestras no tienen edad, por eso siempre tienen algo que decirnos y son eternas, aunque este título no se entienda demasiado adecuado en la situación actual.

Hoy se habla demasiado y en alta voz porque así somos los españoles y porque, a veces, pensamos que el que brame más alto es quien tiene la razón. El que calla otorga (o quizá sea el más prudente). Algo similar a lo que ocurre en las campañas electorales: propaganda, mítines y declaraciones panfletarias. En este ámbito político, alzar la voz es disponer de emisoras, televisiones y diarios que se venden. No digo tanto en los kioscos sino, más bien, al partido en el poder. Tampoco hay que despreciar la influencia de las redes sociales por donde las falsedades circulan con más fluidez.

El silencio se ha convertido en un bien escaso, tan contaminado como la atmósfera o las aguas corrientes y carente de cualquier modo de protección. Sin embargo, es importante para reflexionar, pensar, orar o hacer más apacible la vida. «La que huye del mundanal ruido» en palabras de Fray Luis de León.

Pero, para ser más precisos, el tiempo de hoy es para mentir. Despertar falsas ilusiones con promesas incumplidas. La mayoría ya fueron formuladas hace tiempo, en campañas anteriores y aún siguen pendientes de salir adelante. Pero a pesar del descrédito político tan bien ganado, seguimos esperando porque, cuanto más precarios somos, cuando no hay nada de nada en la nevera, más sumisos nos sentimos. La desesperación nos juega una trampa y nos hace más resignados.

Aunque no era mi intención, tengo la sensación de estar hablando de nuestra provincia leonesa donde promesas y compromisos se han pasado de fecha, como una cereza fuera de temporada. Entonces, me pregunto ¿para qué pegar carteles, dar mítines o redactar panfletos, si aún están intactas las viejas promesas?

La reindustrialización de las Cuencas no la vimos. Y prometer un resplandeciente futuro para la Robla, dicho en campaña electoral, suena a cuento chino. El Conservatorio funciona a marchas forzadas y el Teatro Emperador se deteriora por incapacidad de los responsables o por falta de voluntad. El centro Estatal de Referencia… para personas mayores, ha cambiado de nombre varias veces y no se sabe qué utilidad pudieran darle. Aunque si de algo está sobrada esta provincia, es de ancianos y clientes no le habrían de faltar.

La variante de Pajares sólo ha servido hasta la fecha para que los acuíferos leoneses discurran hacia Asturias, a pesar de los comunicados de Adif. Las comunicaciones, en general, son un capítulo donde más tropezamos. No se conecta con Portugal –tan lejos, tan cerca–. Siguiendo con el tren, en Feve todavía seguimos sin estación, aunque lo que podría deducirse de esta falta de inversión, la intención de suprimirlo. Como se hizo con la línea Astorga-Plasencia. Y tanto más.

Bueno, ahí quedan estas promesas para campaña y que no pierdan el tiempo los partidos buscando otras. Como ven, les doy gratis su programa electoral para León. Puede que para las siguientes campañas también sirvan. No hace falta que me den las gracias.

El segundo y último libro de Martín Santos se llamaba ‘Tiempo de Destrucción’: las térmicas, los pantanos, la justicia, la historia y el prestigio de una vieja nación que es la nuestra.
Lo más leído