Utilizaba Ed –profesor mío que fue de inglés– la expresión «Before Facebook», de vez en cuando, para referirse a unos cuantos años atrás; como quien habla de ‘antes de Cristo’… pero en contextos de apenas hace un cuarto de siglo, vamos… Que sí, que es exagerado –ahí está la gracia–; pero no deja de ser cierto que –no solo Facebook, sino internet, en general– ha marcado un antes y un después en la historia… a todos los niveles.
Es imposible imaginar el mundo actual sin internet. Y es que, aunque probablemente aún no lo veamos con la suficiente perspectiva, ha sido una revolución por lo menos a la altura del fuego, la rueda, la escritura, la pólvora, la imprenta, la electricidad, el ferrocarril, el teléfono…
Tal vez nunca hayas oído hablar de Tim Berners-Lee, pero la humanidad le debe mucho… Es un físico inglés que despuntó en el ámbito de la informática y que ha pasado a la historia por ser el creador de la ‘World Wide Web’, la Web, las tres uves dobles –www– o, si lo prefieres, la red informática mundial… aunque, la verdad, no sé si mucha gente lo llamará así…; y que, por cierto, no es lo mismo que internet, aunque muchas veces se confunda: internet –dicho sea para quienes no sabemos nada de informática, que seguro que se puede ser mucho más preciso– viene a ser una cantidad ingente de ordenadores en todo el mundo conectados entre sí, y la ‘World Wide Web’ un exorbitante conjunto de páginas a las que se accede, precisamente, a través de internet.
El 12 de marzo de 1989 –el próximo martes se cumplirán 35 años–, Berners-Lee –que trabajaba en el Cern, la Organización Europea para la Investigación Nuclear– presentó ‘Information Management: A Proposal’, un documento en el que proponía un sistema de gestión de la información con el objetivo de poder intercambiar datos entre científicos de la institución y simplificar así el trabajo; una idea que –gracias asimismo al belga Robert Cailliau, que también trabajaba en el Cern– terminó fraguando… y cambiando nuestras vidas.