Paradojas de la política

Juan Pablo Regadera Rodríguez
16/05/2024
 Actualizado a 16/05/2024

Las paradojas de la política nacional, tan enfangada en el «y tú más» en ocasiones se trasladan lamentablemente al nivel local, donde aún más si cabe la cercanía al ciudadano y buscar el bien común de nuestros vecinos debería ser una máxima.

Recordaba Núñez Feijóo en marzo pasado en una sesión de control al Gobierno y aplicaba al contexto actual algunas frases de Pedro Sánchez pronunciadas o escritas cuando se encontraba en la oposición: «Un Gobierno sin Presupuestos es un Gobierno que no gobierna nada», «aprobar los Presupuestos es la primera obligación del presidente del Gobierno», «Presupuestos o elecciones»… Echaba en cara el líder de la oposición al presidente del Gobierno que no se hubieran confeccionado ni sometido a aprobación los Presupuestos Generales del Estado para 2024 y, en su lugar, se hubiesen prorrogado los del ejercicio 2023.

A todos los niveles, nacional, autonómico o local, el presupuesto de una administración es un documento básico que marca las líneas de actuación de los gobernantes para con sus administrados, con sus ciudadanos. Muestra los recursos (ingresos) con los que se prevé contar y lo más importante: en qué se quieren invertir (gastos). Debería ser por tanto la transformación en euros de aquellos compromisos que los políticos asumen en sus programas electorales con sus votantes y, por ende, si son elegidos, con todos los ciudadanos de la nación, comunidad autónoma, ciudad o pueblo, por pequeño que sea.

Bajemos a lo local. A un pueblo con algo más de 5.000 habitantes y un presupuesto ordinario de algo más de 5 millones de euros anuales. A Valencia de Don Juan. 

Como saben, tras las elecciones municipales de mayo de 2023 en las que el PSOE fue la fuerza más votada obteniendo 6 concejales, un pacto entre PP y UPL, con 5 y 2 concejales respectivamente, dio la Alcaldía al representante de UPL, Ricardo Barrientos. Un pacto que en lugar de sostenerse en un acuerdo programático de ambas formaciones para impulsar y desarrollar Valencia de Don Juan, parece sustentarse únicamente en un reparto de sillones (supuestamente Barrientos cederá la Alcaldía tras dos años al cabeza de lista del PP) y asistencias a órganos colegiados con su correspondiente retribución: 11 meses después de la toma de posesión los coyantinos siguen esperando al menos las líneas maestras de ese acuerdo que anunciaban PP y UPL el 16 de junio de 2023 («se conocerán en los próximos días»).

Transcurridos cinco meses y medio de 2024, los coyantinos y coyantinas no solo desconocen las bases del acuerdo que sustenta con mayoría absoluta a Ricardo Barrientos al frente de la Alcaldía. Tampoco tienen la suerte de conocer el presupuesto municipal para 2024. No porque no se haya hecho público, sino porque no se ha elaborado (o, al menos, no se ha llevado a su aprobación al pleno municipal). Es decir: el nuevo equipo de gobierno, en su primer año de mandato, ni siquiera se ha molestado al día de hoy en plasmar sus ideas propias, sus proyectos para impulsar Valencia de Don Juan o sus criterios a la hora de invertir los recursos municipales en el documento más importante de la Hacienda local. Primera paradoja.

«¿Y entonces?» Se preguntan los ciudadanos. Muy fácil: se prorroga el presupuesto municipal de 2023. Es decir: se toman como buenas o válidas las previsiones de ingresos y las voluntades de gasto del equipo de gobierno anterior. Aquel que en mayo de 2023 ganó de nuevo las elecciones, pero al que era necesario apartar porque «dispara con pólvora del rey […] dilapidando por capricho el patrimonio del Ayuntamiento que no es otro que el de los vecinos que finalmente seremos los que acabaremos pagando sus ‘aires de grandeza’», como rezaba una carta buzoneada en campaña por el Partido Popular. Segunda paradoja.

Ese presupuesto de 2023 que ahora resulta ser válido para el nuevo equipo de gobierno en 2024, fue votado en contra por todos los concejales del Partido Popular cuando se sometió su aprobación al pleno municipal en noviembre de 2022 (fíjense, un mes antes de comenzar el año en el que debería entrar en vigor…) y recurrido además tras su exposición pública el último día de los 30 posibles por el actual teniente alcalde y anterior portavoz de la oposición, José Jiménez, para retrasar y dificultar su entrada en vigor. Tercera paradoja.

Lo dicho, paradojas de la política.

Decía Andrés Marco Lou en 2021 que la frase «la política hace extraños compañeros de cama» se atribuye a Manuel Fraga, aunque la pudo pronunciar antes Winston Churchill o hasta el propio Groucho Marx. La política siempre se ha valido de extrañas formas de pareja donde ha prevalecido aquella máxima ‘marxista’ de «Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros»  para conseguir uniones incomprensibles entre partidos dispares, todo para conquistar el poder.

Juan Pablo Regadera Rodríguez es portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Valencia de Don Juan

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