Casi no tengo palabras para expresar lo que estaba sintiendo en el transcurso del Concierto de Año Nuevo, que se celebraba en el Teatro Bérgidum de Ponferrada. La Orquesta Sinfónica “Cristóbal Halffter” atronaba por toda la sala, bajo la batuta de Pedro Halffter Caro. Gracias por tu resplandor, Pedro, por tu sencillez y elegancia. Buen trabajo. Impresionante la destreza y la precisión en el manejo de los instrumentos. Gracias por la calidad desbordante de los sonidos que surgían del escenario.
Hubieran bastado varios cientos de rosas multicolores y unos telones dorados para sentirse como si estuviéramos ante la Filarmónica de Viena.
Pero sobre todo, Pedro, no sé qué elogios poner para calificar el incalculable valor que tiene el hecho de que hayas compartido tu tiempo, tu talento y tu prestigio, con una muestra de la excelente cantera (del alumnado y profesorado del Conservatorio y de las Escuelas de Música de aquí), a la cual has dirigido, de memoria, en una maravillosa (y lluviosa) tarde de invierno.
Qué grandeza, Pedro, qué ejemplo. Bienvenido a estos valles todas las veces que puedas, para deleitarnos con tus arrolladoras propuestas musicales.
Te mereces un puesto de honor en la clasificación de personalidades del Bierzo que encabezan José Luis Prada, Luis del Olmo, Yolanda Ordás, Mar Palacio…
Gregorio Esteban Lobato, escritor berciano