El revivir de las humanidades

Laura Gutiérrez Garrido
01/10/2024
 Actualizado a 01/10/2024

Ya desde que nuestros padres se encontraban en el instituto se venía realizando una distinción despectiva hacia aquellos estudiantes que decidían continuar sus estudios por una determinada rama puesto que supuestamente sus notas no eran las más brillantes.

Dicha rama era la de Humanidades, pues todos hemos escuchado el tópico de que las personas con una nota media más mediocre deben dirigirse a este sector para continuar sus estudios.

Como persona que ha cursado toda su vida dicha vía, me siento muy descontenta por el desprecio que se siente cuando cuentas el tipo de estudios que realizas. Al final una gran mayoría de personas cree que no eres lo suficientemente válida como para dedicarte a las ciencias.

Y ya no estamos hablando de personas anónimas, pues este desprecio va mucho más allá. Por ejemplo, ¿qué le ocurre a la Universidad de León con las carreras dedicadas al sector humanístico?

Su facultad de Filosofía y Letras cuenta con un total de seis grados mientras que sus facultades del ámbito científico, tanto en la rama tecnológica como sanitaria cuentan con múltiples carreras y muy diferentes opciones. De este modo los estudiantes de letras, ¿debemos conformarnos con esas pocas oportunidades? ¿debemos irnos a estudiar a otra ciudad cuya universidad nos dé esas oportunidades que en León no tenemos? o ¿debemos optar por elegir carreras del sector de las ciencias sociales, cuyos grados relacionados con la economía son múltiples y variados?

Reivindico que al igual que nuestra universidad reclama con toda la razón a la Junta de Castilla y León los fondos económicos necesarios para la implantación del grado de Medicina que tantas puertas abriría a nuestros estudiantes más brillantes y vocacionales también reclame los recursos necesarios para hacer revivir a nuestra Facultad de Filosofía y Letras cuyas aulas están cada vez más vacías probablemente porque las opciones que se ofrecen a los estudiantes no son las más atractivas.

Por ejemplo, ¿para qué se implanta un Doble Grado de Historia e Historia del Arte, si te va a abrir la misma puerta de cara al futuro?

Los titulados en dicho grado pueden acceder a trabajos relacionados con el ámbito museístico (rama de Historia del Arte) o con la docencia, pero para ser profesor de enseñanza secundaria de la especialidad de Geografía e Historia es suficiente tener una sola titulación de las dos que ofrece este doble grado, por lo que el esfuerzo que supone llevar a cabo estos estudios no tiene una excesiva recompensa.

La solución que propongo sería implantar dobles grados que abran varias puertas, estudios que ya se ofrecen en otras universidades con gran éxito, que en este momento ya se imparten en la Universidad de León de manera individual y que al combinarse permitirían, con pocos recursos, dar muchas más opciones a los estudiantes de Humanidades ¿Por qué nadie ha pensado por ejemplo en un doble grado en Historia y Derecho? ¿Grado en Lengua española y su literatura y en Filología moderna? ¿Educación infantil y primaria?

Hasta que la ULE no agudice el ingenio y obtenga el permiso para implantar nuevos grados que le den una nueva vida a la Facultad de Filosofía y Letras, no se puede permitir que ésta muera, hay que hacerla revivir de alguna forma, sin quedarse de brazos cruzados, porque las Humanidades son conocimiento, y el conocimiento es vida.

 

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