¿A qué huele? A elecciones. ¿Y cómo huele? Pues mal. ¡Cómo va a oler! Si cada vez las campañas electorales duran más y nos dejan menos tiempo tranquilos como si escucharles dar la matraca fuese un deleite para nuestros oídos. Ya ven, ando recolectando paciencia porque tengo el cesto lleno de pereza después de unas semanas en las que el fin de las restricciones de la pandemia ha traído consigo la apertura de la chequera del Gobierno y la segunda temporada de ‘Los Juegos del Calamar’ en versión PP de León.
Pedro Sánchez vino a predicar (y no a dar trigo) a un atril en Ponferrada. Curiosa su puesta en escena digna de haber sido diseñada por el mismísimo miedo a que los personajes secundarios puedan acabar delante del micrófono y no sentados justo en ese punto muerto que nunca saldrá en cámara. Para eso esperaremos a próximos capítulos. Ahora bien, si durante el transcurso del acto llego a beber un chupito por cada mención a la España vacía o vaciada (también por ellos, que para algo gobernaron), hubiera acabado el mitin con una merluza de mucho cuidado. Pero no, lo que hice mientras él hablaba fue leer el borrador de la Estrategia de Protección del Lobo que hicieron pública en ese mismo momento. Ojito con las lecciones demográficas a esos ganaderos que pujan por el futuro de los pueblos con hechos como la apuesta por la cría de animales en extensivo, procurando productos de calidad a la población y cuidando de nuestros montes. Me sacó Tudanca de la lectura en el momento en el que puso énfasis al pronunciar «honradez y humildad» mientras alguno aplaudía sin perder ripio, como si fuesen esas las banderas de un PSOE de León que se disputa con el PP la nueva temporada de navajazos. Precisamente en extensivo pastan los ‘populares’ de la provincia y para ellos parece que Mañueco ya ha encargado a un herrero la fabricación de unos buenos amarres. Quiere que los suyos dejen de pastar por el leonesismo. Ya ven, algo de miedo habrá con este sentimiento para que Cendón cite de corrido, y sin trabarse, a León, Zamora y Salamanca en su discurso. A ver ahora cuánto tardan en buscar un tractor al que subirse con un pueblo de fondo y un cesto lleno de la desvergüenza que les llevará a unos y a otros a hacerse fotos junto a consultorios médicos cerrados prometiendo que serán ellos los que traigan la llave. Una vez más, predicar pan y no dar trigo.
¡Trigo te van a dar!
13/10/2021
Actualizado a
13/10/2021
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