Imagen Juan María García Campal

De un y trino Pleno municipal

03/01/2024
 Actualizado a 03/01/2024
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Acaso por coincidencia en su fecha de celebración, el pasado día 28, durante medio día pensé que se trataba de la inocentada de la radio que me daba noticia del Pleno del, siempre poco ponderado, Ayuntamiento de León.

Fue Pleno trino, pues si bien se convocó como ordinario, también fue extraordinario por beatífico. Al menos en ese punto del orden del día en el que, sin cartón pero con ardid artificioso, se concedió la ‘Medalla de Oro de la Ciudad de León a la Parroquia de Nuestra Señora del Mercado’ como medio de allegársela a la imagen de la Virgen que en ella se ubica bajo la advocación ‘del Mercado’ o ‘la Morenica’ y que, como cualquiera otra de a las que los católicos rinden culto de hiperdulía, al ser imagen o representación no cuenta con personalidad jurídica propia, carencia esta que sí esquiva la parroquia.

Cuentan las crónicas que el acuerdo fue tomado con el unánime voto de los munícipes del PSOE, del PP, de UPL y de Vox, por lo que no descarto que, en un futuro que espero no alcanzar a ver, se llegue a exaltar y promocionar el consensual «¡Milagro, Milagro!», y sea beatificada la corporación toda con los ritos y pompas, eclesiales y civiles, que la ocasión merite. Menos mal que, hasta hoy, ningún noticiero ha mencionado levitación concejil alguna, ni que el salón de plenos, de forma ignota, se aromase a incienso y vela.

Nada que objetar tiene este ciudadano escribidor a la posición de los ediles del PP y Vox. Se sabe de su tradicionalismo, aun sea, ¡ah contradicción!, a la carta o privado libre albedrío; y dudas mantiene con respecto a la de los de la UPL, pues su confesionalidad o laicismo depende del dónde y en relación con qué. Altos y bajos de la escabrosa transversalidad.

Mas, ¡ay!, qué decir de la novísima deriva (¡una más!) del grupo municipal del cada día más utilitarista PSOE, esta vez con el peculiar leonesismo de JA10 –¿sí, no; no sabe, no contesta?–. Esta sí que, aun pasando por aromático y santurrón, amén de sesgado, buenismo, huele un algo –calibre cada cual su intensidad– a meapilas o pragmático chupacirios. Porque, qué otra razón les justificaría el olvido de que su XXXVII Congreso (2008) apostó por ‘la consolidación de la laicidad del Estado’ o que como se resolvía en su XL Congreso (2021) «La laicidad es, en efecto, la ‘religión de la libertad’, como la definirían los ilustrados del siglo XVIII. Recoge de la tradición republicana el ‘gobierno de las leyes y sólo de las leyes’». ¡La virgen!, qué cosas trae el todo vale, laicidad mía.

¡Salud! Y buen 2024 hagamos y tengamos.

 

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