Un frío del carajo

He madrugado mucho. Como nunca. Mejor, no he madrugado. Esa es la realidad triste y dura que me asalta sin paliativos abundantes noches acompañada de chillidos o gritos que despiertan. Sí, ocurre que un sueño rebelde, indomable se ha apropiado de mi hasta los tuétanos. Es más, sin lugar a dudas podría decirse que me ha asaeteado quebrándome el sueño y entregándome carros, carretas y carretillas cargadas de pesadillas que despiertan a los restantes ocupantes caseros. Menos mal que ni mi padre ni mi madre llegaron a conocer esta dolencia que me ataca estos cuatro últimos años. Durante la noche. Mejor así. Eso sí, no se porta mal del todo conmigo pues a la mañana me despierto en la misma posición y sitio en que me acosté. Y tengo para mí que eso es una suerte impagable. Por eso doy gracias a Dios aunque descarto todo brindis. Antes de proseguir el relato al que me invita esta madrugada previa a emprender viaje hoy, lunes seis de diciembre, Día de la Constitución, cuya noche ha sido pasada por agua me despido de mi casa de Fabero cuya cara lavada contempla las montañas fornelas con gozo en tanto la espalda divisa la zona ancaresa y la edidificación de la extinta Reguera, perteneciente a Victorino Alonso. Mi casa con una huerta abundante en rosales más unos pocos árboles frutales desnudos y un acebo con dos guías medianamente rojas. Una casa a dos pasos desde antiguo del Pozo Julia, así llamado en la oficialidad, aunque es el Pozo Vertical para quienes lo conocen desde antiguo. Y mira tú por dónde aquí me surge una reflexión o duda: ¿a qué se debe que haya tantos nombres de las explotaciones mineras con nombre femenino? La verdad, no sabría decirlo,ni mucho menos precisarlo pero sí constatarlo. Así nos encontramos en Laciana con el Pozo María donde fallecieron 10 mineros en 1979; La Juanita en Sabero; Alicia en Fabero del Bierzo donde una explosión arrancó la vida a nueve mineros; el Pozo María Luisa en Asturias; el ya mencionados Pozo Julia y una de las primeras concesiones mineras, La Más Bonita. igualmente en Fabero. Parecido sucede a los huracanes y sus nominaciones: Melissa; Gabrielle; Chantal; Sta Ana (con motivo de la celebración del santo el día en que se inauguró); Dorián; Filomena;Bertha; Imelda; Elsa…

La verdad, sobre pocas cosas se me ocurren este día, martes extraño, en el que el Rey Emérito sigue fuera de España, viviendo a cuerpo de Rey pero que muy bien y los líos de faldas que se trae con Corina, circunstancia que tira o saca a relucir también su pasado amoroso con Bárbara Rey y alguna otra mujer española, que su currículo amoroso es amplio. Eso se me ocurre, además de mencionar la llamada alarmante de la Dirección General de Tráfico aconsejando a los viajeros en tránsito que adelanten el regreso de este puente al miércoles debido al temporal de vientos, lluvias y nieve que amenaza (ahí está el puerto de Piedrafita del Cebrero dando muestra de su peligrosa situación) exigiendo o imponiendo prudencia, prudencia a los cuatro vientos. Eso me viene al magín . Eso y comentaros que he comido una deliciosa empanada de zamburiñas calentada en el microondas y una rosca de exquisito pan traída de Fabero pero cocinada por Irene en sus hornos de Palas del Rey y Carteire, Lugo.

Apagado el candil, mortecino un castillete, atrás un vagón, una mina simulada, fardela sin estrenar, puntala, pánzer olvidado, fósil pétreo. Lo de más no lo recuerdo bien. Únicamente Santa Bárbara con flores pernoctando en la mina simulada y dos laureadas coronas sobre la estatua del minero esculpida por Higinio Vázquez frente a la iglesia nueva.