Imagen Juan María García Campal

A veces quisiera ser amnésico

29/01/2025
 Actualizado a 29/01/2025
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Una vez más compruebo hoy, martes, día en que escribo, la civil y laica verdad que es lema de la revista de poesía Ítaca que reza: «La poesía ayuda a vivir». Digo lo anterior porque venía yo tirando o despreciando o enfrentando, ya no sé, como buenamente podía el cinismo con que populares buhoneros amnésicos agitaban los días; conformándome casi con que el tal cinismo de los tales bufones no me agriase los sabrosos yogures que en forma de pequeñas bellezas regala cada jornada desde su amanecer, mas, aún así y en verdad, también venía afilando lápiz y lengua en prevención de que mi distracción o silencio no se convirtiese en cómplice de tanta cínica ignominia. Que confieso, tenía ya también sublevado a mi esófago australiano.

Pero, ¡ay lema!, ¡ay revista Ítaca!, bastaron cuatro de mis leídos cafés mañaneros, es decir, dos mañanas más que leyendo, disfrutando, degustando los poemas o luminosos espejos que evidenciando la vida llaman o, mejor, conducen a la íntima y memoriosa reflexión de ‘El húsar melancólico’ (acertada sorpresa) de José Luna Borge (en Aliar Ediciones) y, de nuevo, cae sobre uno la iluminadora gracia de las humanas bellezas y se impone esta, la belleza de la vida, sobre la insultante mediocridad de aquellos a los que, si antes tuviste por cínicos buhoneros, dejan de ser tales y apenas si llegan a estrepitosos botarates, ora para el so, ora para el arre; bien para las falsedades, bien para las medias verdades.

Sí, lo sé, habrá quien diga que no debería yo mezclar poesía y política, aun cuando sea de los que cree que todo acto artístico es un acto político –lástima no se pueda afirmar «y viceversa»– pues se crea e inscribe en la realidad y esta, querámoslo o no, es siempre indefectiblemente política. Pero no haberlo hecho sería ocultar, mentir por omisión, la verdad sobre la reacción de mi pensamiento y mi emoción («Alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática» / «Interés, generalmente expectante, con que se participa en algo que está ocurriendo») ante la situación política creada desde el pasado día 22 por la derogación del constitucional decreto “ómnibus” merced a las derechas patrias.

Así, a veces, quisiera ser amnésico y no recordar la revalorización de las pensiones de los años 2012-2018 con su 1% (2012 y 2013) y su 0,25% (2014 a 2018) al verlos cínicos, desmemoriados y sin pudor alguno exigir lo que recién negaron. ¡Vergüenza ajena! ¡Hala, otra vez al ruido y al lodo!

¡Salud!, y buena semana hagamos y tengamos.

 

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