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La verdad de la IA

09/12/2023
 Actualizado a 09/12/2023
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Hace unos días recibí por Whatsapp un audio de una de las reflexiones con las que Iker Jiménez finaliza su programa ‘Cuarto Milenio’. Nada más que empecé a escuchar comentarios machistas y soeces, término este último acuñado por la ministra de Educación, que ha llevado al extremo lo de la igualdad equiparando adjetivos y sustantivos, supe que quién hablaba no era Iker Jiménez, aunque sí fuera su voz la que escuchaba. Mi respuesta a quién me mando el audio fue «lo de la IA es acojonantemente peligroso».

Precisamente, el propio Iker Jiménez abrió su último programa de ‘Horizonte’ con este audio que se convirtió en viral y que demuestra cual es la situación actual de la clonación de voz. Este caso no deja de ser algo anecdótico, pero eso sí, nos pone ante los peligros que nos acechan actualmente y que nos acosarán en el futuro. 

Lo que es evidente es que no podemos dar la espalda a la IA, porque ha llegado para quedarse y para cambiar muchos de los paradigmas de nuestra sociedad. Los beneficios que aportará en muchas áreas son evidentes y todos saldremos beneficiados, pero los efectos negativos que ya está provocando y que aumentarán con su desarrollo son también una realidad. No podemos olvidar que la generación de vídeos por IA también está perfeccionándose a un ritmo vertiginoso.

La gran víctima de la IA es y será la verdad. Y una sociedad sin verdad está abocada a su desaparición. Si las personas no podemos diferenciar entre la verdad y la mentira nuestras vidas serán de todo menos verdaderas. El audio de Iker Jiménez no deja de ser una broma, pero cuántos audios creados por la IA de políticos serán dados como verdaderos por la ciudadanía. Los manipuladores y generadores de desinformación están salivando con el potencial que les ofrece la IA. Al igual que los delincuentes, quienes tienen ante sí una herramienta que les permitirá perfeccionar al límite sus engaños. Ahora no es que recibamos un correo suplantando la identidad de un familiar o de tu jefe, sino que les vas a escuchar pedirte, por ejemplo, que les hagas una transferencia o un Bizum.

Solo queda esperar que los políticos afincados en Bruselas acierten con la ley de regulación de la IA en la que llevan meses trabajando. Una de las claves es si se decantarán por una regulación directa o, más bien, por una autorregulación con ciertos límites. Otro aspecto básico es quién asume el papel de supervisión de la IA y lo más importante, quién vigila al que vigila y cómo se supervisa una tecnología, que solo se puede hacer con una IA con grandes inversiones. La verdad está en juego.

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