Se han manifestado los veterinarios, los clínicos, los que ejercen la medicina, que no son los mismos que los que ejercen la profesión moviendo papeles, contra una legislación que le marca las pautas de actuación para abordar el tratamiento a un animal enfermo, sobre todo cuando requiere el uso de antibióticos. Yo pienso que hay una medicina especializada y hay una medicina general, y que cuando un veterinario se enfrenta al caso de un animal enfermo, y lo hace con escasos medios para completar el diagnóstico al que llega con su buen ojo clínico, tiene que tomar decisiones, decisiones inmediatas, y no puede ponerse a rellenar papeles para justificar su actuación, ni a solicitar pruebas complementarias que pueden ser muy costosas, que en ningún caso son inmediatas, y que en muchos casos no van a revelar nada distinto de lo que ese profesional de la medicina, humana o veterinaria, ya sabía.
En medicina veterinaria no siempre se ha dispuesto de los mejores fármacos para curar enfermedades, bien porque eran demasiado caros, o porque los laboratorios no entraban en un procedimiento tedioso de autorizaciones de uso si pensaban que después no le iban a sacar la rentabilidad debida. Ahora, al amparo del Plan Nacional de Resistencia a Antibióticos, se sacrifica al sector ganadero vetando el uso veterinario de los antibióticos que son más eficaces, los de última generación, los que son más empleados en medicina humana, y se obliga a los veterinarios a tratar con aquellos otros que ya dábamos casi por descatalogados los que estudiábamos la carrera hace cuarenta años, como por ejemplo las sulfamidas. El sector ganadero, y también el de los animales de compañía, de la mano del veterinario clínico, debe de tener el derecho a una buena salud, a un buen estado de bienestar que es incompatible con la enfermedad, y para eso hay que disponer de todas las herramientas, de todos los medicamentos, que figuran en el vademécum, sin limitaciones marcadas por modas, por ideologías, por postureo, o por corrientes de opinión. Porque hay otros sitios donde mirar y no lo hacen.