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Volver a los dieciocho

28/09/2024
 Actualizado a 28/09/2024
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Hace unos días, durante una comida entre amigos, comentaban la presunta existencia de una ley social, cuya existencia desconocía. Decían que había sido alumbrada en tiempos pretéritos en la historia de España, y que premiaba a las familias numerosas, de dieciocho hijos para arriba, con el generoso regalo de una vivienda completamente gratuita. Comenzamos entonces a repasar mentalmente a los agraciados con un hogar sin desembolso previo y vinieron a colación algunos cuya estirpe aún sigue en activo disfrutando de la dádiva alcanzada por su generosidad procreadora.

Por otra parte, reparamos en la picaresca patria que propició el que algunos avispados y avispadas realizaran apaños tales como intercambiar vástagos de manera fraudulenta para completar el elenco de los dieciocho.

Indiscutiblemente quedarse en diecisiete y que el contador se resistiera a avanzar era una faena de campeonato por mucho que los intentos fueran lo de menos.

Durante la conversación surgieron varios ejemplos de héroes de las localidades cercanas que aún disfrutan de casa e inquilinos a perpetuidad mientras el cielo no decida lo contrario. Trofeo inestimable. Seguir disfrutando de un techo con garantías de continuidad, y más en estos tiempos de escasez de inmuebles debido al escalofriante aumento del alquiler y del precio de compraventa de la vivienda, que desde el 2015 ha experimentado un aumento de un 27 % y un 45 %, respectivamente, en comparación con el del salario medio, que se ha incrementado tan solo en un 7 %. 

Varios son los motivos que se manejan para justificar esas dificultades con las que sobre todos los más jóvenes tropiezan para poder alquilar o comprar una vivienda. Algunos economistas aseguran que el mayor problema es el crecimiento del número de hogares, tanto por la cantidad de unidades familiares que se ha incrementado, siendo además más pequeñas, como por el desplazamiento de la población hacia las ciudades que continúa aumentando. Se habla también de la financiarización de la vivienda que ha llamado a los inversores lo cual ha influido para que haya pasado de bien de consumo a convertirse en un objeto de inversión y en ocasiones de especulación. 

Los alquileres de vivienda tampoco escapan de este incremento. Algunos expertos aseguran que la reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos solo ha hecho que mejorar las condiciones de los caseros. 

Aunque parece que Manu Tenorio, que está ‘que trina’ con sus inquilinos porque dice que no le pagan, no opina lo mismo.

Ni comprar, ni alquilar, no sé que vamos a tener que hacer, porque volver a los doeciocho no se si será la mejor idea… 

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