Fruto de mis andanzas por tierras bañezanas, en busca de tradiciones orales de todo tipo, fue el libro, en dos tomos, titulado ‘La palabra heredada. Tradiciones orales en las Tierras de La Bañeza’ (tomo uno, de 2016; y dos, de 2017), editado generosamente por la bañezana Fundación Conrado Blanco, gracias a la atención y el cuidado de Luisa Arias y los demás miembros de ella.
Pues, bien, mi amigo Marcelino González, de San Martín de Torres, me puso en la pista de una informante excepcional, paisana suya. Y, de su mano, llegué acompañado de María, una frigidísima tarde del 6 de diciembre de 2015, con una intensísima niebla además, a San Martín de Torres, en busca de Pompilia Carrera Natal, que contaba en aquel momento con ochenta años.
Pompilia no estaba en su casa. Se hallaba en la de unos tíos ancianos, cuidándolos. Nos recibieron con una amabilidad asombrosa. Nos pasamos la tarde con ellos, que fueron tan pacientes como acogedores. Grabadora en mano y con las preguntas que se iban sucediendo, le fui recogiendo, de modo ya digital, a Pompilia todo su saber de tradiciones orales.
Un saber que, afortunadamente, está recogido en el primer tomo del libro que acabo de indicar; en el que, como podrá comprobar quien lo consulte y lo lea, Pompilia Carrera Natal, de San Martín de Torres, es una de las mejores informantes de tal obra.
De labios de Pompilia, iba surgiendo la voz antigua de la tierra, que, en muchas ocasiones –como en su caso–, va eligiendo a las mujeres como las transmisoras privilegiadas de ese conocimiento.
Y nos fue contanto y cantando, salmodiando y recitando diversos tipos de fórmulas rimadas; de oraciones tradicionales, pero también algunas paródicas; de cantares de corro y de comba, de mocedad, de boda; de romances tanto religiosos como profanos; entre estos últimos, los titulados ‘Una fatal ocasión’, ‘El novio ingrato’, ‘El cura sacrílego’, ‘Delgadina’, o ‘Amores contrariados’, por no citar sino algunos de los que nos cantara. Además, también, de algún que otro cuento folclórico o tradicional o etno-cuento, que de tales modos se llaman.
Y, uno de esos pasados días del verano que transcurre, el propio Marcelino nos avisaba de que había fallecido Pompilia. Se encontraría al borde o en torno a los noventa años. La noticia nos produjo un sentimiento de pérdida.
No pocos de los informantes que, desde los años ochenta del pasado siglo hasta hoy mismo, hemos ido conociendo y hemos ido abordando a lo largo y ancho de la provincia de León, han ido falleciendo, van falleciendo.
Y es una pérdida humana considerable. Porque, con ellos, con su marcha, se nos va la memoria tradicional, esa voz antigua, esa sabiduría antigua cuya cadena de transmisión oral se va rompiendo, pues no continúa en las generaciones siguientes, con el envejecimiento y despoblación de nuestro mundo rural.
Y menos mal que, en parte, queda salvada tal memoria, para las gentes futuras, con las labores de recopilación, catalogación, estudio y de edición de todo lo recogido.
Hoy, traigo la figura de Pompilia Carrera Natal, de San Martín de Torres, León, que se acaba de marchar de este mundo, como paradigma de esa voz antigua, de ese conocimiento tradicional que, ay, vamos poco a poco perdiendo.