La vuelta del Ademar a Europa

19/07/2024
 Actualizado a 19/07/2024
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Hay un debate en el entorno del Ademar que echaba de menos y que no falla cada vez que juega competición europea. Que claro, venías de años tan bochornosos que ni siquiera daban opción a que apareciera porque estabas muy lejos de los puestos que te permitían pensar en ello. 

El «¿y para qué jugar Europa?» o «es mejor no estar que te desgasta para la liga» me pone absolutamente de los nervios. Y ojo, que algunos de los sospechosos habituales con los que tengo que discutir esto son grandes seguidores del balonmano, que igual el equivocado soy yo…. lo que no quita para que no pueda entenderlo.

Pero vamos a ver, dado que ganar la liga es totalmente imposible, ¿qué tipo de aliciente le ves a la zona alta que no sea precisamente ese de meterte en Europa? Es que si no le ves interés a estar en competición europea: ¿Cuál es tu ilusión para la temporada? ¿Ser cuarto en vez de quinto por el simple hecho de serlo? ¿Cómo motivas a la gente con eso?

Pese a que muchos se subieron quedando un mes para el final de la pasada liga al carro de que ya no había nada en juego, pese a que lo habitual en la última década ha sido que España recibiera invitación y no que no la tuviera, el arreón final de un Ademar que sí se lo tomó en serio le situó en una posición que le ha permitido ser quien la reciba y con ello volver a Europa. 

¿Para qué? Pues desde el punto de vista del aficionado, al menos para disfrutar. Para tener en casa el partido de vuelta de una eliminatoria europea, encima igualada, que son el tipo de choques que crean afición y pueden enganchar, que falta hace precisamente en un club que ha venido perdiendo masa social. Y para ver a algunos de los mejores equipos del mundo en directo, pues si superas el cruce inicial se te presenta un grupo tremendamente atractivo. Y la verdad, viendo los rivales iba a ser muy complicado acceder, pero hay que reconocer que la fortuna le sonrió al Ademar emparejándole con un Braga que sí está al alcance de los leoneses incluso para considerarles favoritos.

Así que, aunque luego pagues el desgaste en liga, que incluso en años de plantillas mucho más amplias y potentes sucedía y al final todos los equipos lo notan, yo quiero jugar Europa. Y no tenéis argumentos para convencerme de que no es lo mejor. Bueno, sí, el que me dio un socio y gran amante del balonmano pero al que le afecta laboralmente: «Yo no quiero jugarla que con eso salgo más tarde de trabajar los martes». Ahí sí me calló. Ese sí es un argumento para no querer estar irrebatible. 

 

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