No hay nada mejor para la salud y las depresiones que encontrar por la calle a Nano el de Coladilla, El Cubano de Candás, que siempre te va a contar algo que no sea triste «ni falta que hace», como dice él.
– ¿Dónde vas Nano?
– A estudiar para Papa, que ahora ya no se mueren, ya tenemos dos.
– No quedan plazas.
– ¿Y de capador?
– Tampoco. Nos quedan de alcalde, que hay ahora elecciones.
– No me interesa. ¿No quedan para ser don Ricardo el médico?
– Tampoco.
– Pues vaya pena, con lo que lo quiere la gente. Y lo que creen en él que cuando se murió uno de Valle y al enterrarlo estaba vivo no le dejaron salir la de caja y lo enterraron: «¿A ver si no va a saber más don Ricardo, que dijo que estabas muerto».
– ¿Y porqué no quieres ser alcalde?
– Porque en casa ya tenemos un burro, lo compré cuando vine de Candás.
Y se extiende en las explicaciones de cuando un alcalde de los de antes se sentaba en el asiento, llamaba al secretario, y le dictaba. «Copia. Yo, el alcalde, ordeño y hago saber que...».
– Será ‘Ordeno’ señor alcalde, «ordeno y hago saber u ordeno y mando».
– Eso serás tú, cabrón, que vienes de la cama. Yo ya vengo de la cuadra, ya he ordeñado y por eso insisto: «Ordeño y saber... copia».
Las cosas de los alcaldes, que les pasan hasta en los pueblos grandes y si no mira el sucedido que sucedió en Mansilla, que lo es de las Mulas. El alcalde era algo piruleador, bueno muy piruleador, y para acelerar una conquista le puso un kiosco en la plaza a la asediada, lo que indignó a los otros, que en pleno Pleno le preguntaron sin rodeos: «Usted se ha hecho alcalde para ponerle un ‘quisque’ a su novia en la plaza».
– Usted no sabe lo que dice.
– Lo sabe todo el pueblo.
– Todo el pueblo sabe que se dice quiosco y no ‘quisque’, como ha dicho usted muy malamente.
– Uy, perdón, me ‘ociqué’.
Tenía que ser eso, se ‘ocicó’.
"Ordeño y hago saber"
20/01/2019
Actualizado a
18/09/2019
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