Prepárate, Heródoto

Pasados el global ‘jalogüin’ y las cristianas tradiciones de los santos todos y el día de difuntos; ahora que ya, en nada, será navidad en las, aun su nombre, españolísimas cavernas de naranjas sudafricanas, volverán sin duda los padres de la patria de vario pelo y secta a intentar conducirnos, si no convertirnos, a sus propias fes con sus obras y jaculatorias.

Por eso existen otras necesarias y bellas, aunque maltratadas, cosas en el vivir que, aunque poco a poco y quizá como coadyuvantes a sus necios propósitos, pretenden birlar de nuestra existencia y, lo aún peor, de la educación de nuestros jóvenes. Toda secta tiene en común que más que ciudadanos –no digamos ya, críticos– prefiere obedientes practicantes y productores.

Así, andan los filósofos y profesores de filosofía enfadados –con toda la razón, como es natural en ellos– y corre una petición ciudadana para que no se retire la enseñanza yestudio de la Filosofía de la educación secundaria obligatoria. Petición que, obviamente, ha suscrito este paseador de cavilaciones. Pues, qué habría sido de mí sin las lecciones y lecturas de Filosofía que me enseñaron y familiarizaron con la ética, la moral y la duda; que me ayudaron a mirar mundo y vidas, a considerar a los otros y sus circunstancias, a enamorarme del conocimiento, a ahondar sin pausa en la búsqueda de una más humana existencia. Y todo, aun mis muy considerables torpezas.

Cómo aprenderán nuestros jóvenes a hacerse preguntas sin Sócrates, a reflexionar sobre el mal sin Hanna Arendt o a descubrir el feminismo sin Simone de Beauvoir; cómo a pensar su existencia sin Sartre y Camus, sus circunstancias sin Ortega.

Nada me extraña pues que el profesor Mesa García nos recuerde que «la Filosofía ha sido parte fundamental y fundante de todo el desarrollo intelectual de Occidente. Así como que la Ciencia o los combates políticos a favor de la democracia y la emancipación, con sus ideas de libertad y sujeto, nunca hubieran sido posibles sin la Filosofía»; nada que Savater afirme que «Sócrates ha vuelto a ser ejecutado».

Y así, ¿cómo no temer por el futuro de la enseñanza y estudio de la Historia?

Uno oye a los voceros populares decir en relación con la corrupción pública, por la que el PP ya ha sido condenado en firme, que del pasado no se habla, que ya han dicho todo lo que tenían que decir, y se pregunta, ¿bajo un gobierno del PP no se ejecutará a Heródoto?

Aviados estamos los ciudadanos y el espíritu crítico. Todo poder nos quiere en los amenes.

¡Salud!, y buena semana hagamos y tengamos.