Profesión sin límites

Deborah Domínguez, (León, 1989), es una actriz leonesa que recorre mundo en función de sus numerosos proyectos, que la han llevado de la interpretación a la dirección teatral y de cortometrajes o escribir su propio texto teatral

Mercedes G. Rojo
08/12/2020
 Actualizado a 08/12/2020
La leonesa Deborah Domínguez, una pasión sin límites por el arte y el teatro.
La leonesa Deborah Domínguez, una pasión sin límites por el arte y el teatro.
Diciembre solía ser mes de estrenos tanto en el teatro como en el cine. Por ello me ha parecido oportuno continuar estos caminos artísticos en femenino siguiendo las huellas de otra de nuestras jóvenes mujeres que discurre por el universo de las artes escénicas y el cine. Y es que León tiene, desde hace décadas, una larga trayectoria teatral que ha ido dejando su huella en muchos jóvenes que desde edad temprana han entrado en contacto con el mismo a través de los talleres tanto municipales como provinciales de teatro.
Fruto de esa tradición, hoy nos acercamos a  Deborah Domínguez Alonso (León, 1989), que encontró su vocación tempranamente y tras completar en 2007 sus estudios en la Escuela de Artes Escénicas de León, se trasladó a Madrid para realizar un Máster de actuación a través de la Fundación Shakespeare. En una entrevista televisiva en tierras americanas recuerda anecdóticamente su entrada en la Escuela leonesa, con quince años (uno menos de la edad mínima exigida) y la advertencia de la directora de que sólo podría mantenerse en la misma si no descuidaba sus estudios obligatorios, exigencia que cumplió a rajatabla.  Fue el principio de una intensa carrera profesional, que ya dura quince años, en la que ha ido compatibilizando su formación en cursos especializados (en España, EEUU, Inglaterra o Francia), con el ejercicio de una amplia faceta profesional como actriz, asistente de dirección, directora o asesora de imagen, principalmente en teatro, pero también en cine, televisión, moda, fotografía y animación; trabajo que en muchos casos ha realizado al lado de importantes profesionales de este mundo y que es capaz de desempeñar tanto en español como en inglés, francés o italiano, con una enorme facilidad para los acentos, además.

Esta leonesa se ha convertido en una profesional internacional, que viaja por el mundo en función de los proyectos en los que participa habiendo establecido desde 2013 su residencia habitual en Los Ángeles (California). Con una capacidad tremendamente napoleónica para adaptarse a disciplinas tan diferentes como el cine, el teatro y la televisión, en todas sus facetas (dirección, montaje, escritura, interpretación, producción) ningún trabajo se le pone por delante, siendo capaz de simultanear varios trabajos a la vez con planteamientos muy diferentes sin dejar que las características de unos contaminen a los otros. Su espontánea capacidad  de comunicación se demuestra tanto en sus entrevistas televisivas como en sus intervenciones en directo, en las que  reconoce el ritmo trepidante de trabajo que lleva, con un  importante éxito, a uno y otro lado del océano; al que ha llegado –cree- en parte gracias a su “insistencia y cabezonería”, ya desde que con  13 o 14 años le dijo a su madre que quería ser actriz. Desde entonces no ha dejado de formarse cada día («si no, los instrumentos se oxidan», dice) y de trabajar.  Cuenta  que haber estudiado Marketing le ha servido para tener los pies en la tierra, y señala el hecho de viajar como algo esencial en su vida y en su trabajo, que le facilita afrontar  muchos trabajos pues «se trata de observar, conocer y amar al ser humano para poder darle vida». En su amplio abanico de interpretaciones también ha tenido mucha importancia el manejo de tantos idiomas, y comenta: « me han ayudado a abrir muchas puertas en todo el mundo por razones obvias. Cuantas más culturas conozcas y más interés muestres por ellas, cuantas más vidas e identidades descubras,  más posibilidades tienes de interpretar personajes de todo el mudo». Y así ha sido para ella que comenzó en España de la mano del teatro clásico, tanto español como el de Shakespeare y luego otros grandes nombres italianos, franceses, estadounidenses,…; para sumergirse después en medios tan diferentes como el cine y la televisión e incluso los vídeos musicales. Y si en teatro debutó precisamente con obras Yerma o  La Casa de Bernarda Alba,  en su etapa leonesa, también aquí realizaría uno de sus primeros trabajos cinematográficos, de la mano de Epigmenio Rodríguez  y su mediometraje Las becicletas, una historia rural ambientada en el León de la posguerra, con amplio recorrido en festivales internacionales de diferentes países.

Incansable y profesionalmente ambiciosa, ya en 2004, justo al comienzo de sus estudios dramáticos,  escribió, dirigió, montó e interpretó, su primer proyecto teatral propio: Locura y olvido de don Quijote de la Mancha.  Más recientemente, su primera incursión en el mundo del cortometraje, Gaia, producida y protagonizada por ella misma, la llevaría al Lisbon Rendez-Vous 2019, celebrado en Lisboa.

Y si ha trabajado junto a grandes nombres, también lo ha hecho con estudios tan prestigiosos como Fox, Paramount, NBC,…, reconociendo recientemente como su mejor experiencia trabajar con la plataforma Netflix,  no solo por la calidad de su equipo «en todos los sentidos», también «porque han abierto al mundo y a la sociedad visiones y puntos de vista muy amplios (…) además de apoyar a diferentes minorías sociales».

Nos encontramos frente a una leonesa de la diáspora que sigue llevando a su tierra en el corazón y  hablando de ella cuando tiene oportunidad, una mujer inquieta que se ve dentro de diez años produciendo, dirigiendo y actuando al mismo tiempo. Y practicando la fotografía, a la que no ha podido dedicarle todo el tiempo que hubiera querido, y más concretamente la dirección de fotografía. Esta es Déborah, un meteoro de 31 años al que aún le queda mucho recorrido por delante.
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