Reestructuración del Sistema Nacional de Salud, por José Luis Díaz Villarig

La emergencia sanitaria provocada por la Covid-19 ha supuesto un cambio drástico en nuestra vida personal y profesional. Uno de los colectivos en los que esta situación ha impactado con mayor intensidad es el sanitario y, en especial, los médicos. Cuando la evolución de la pandemia de Covid-19 nos invita a pensar en la fase final de este ciclo epidémico, es necesario iniciar un periodo de reflexión sobre el futuro del Sistema Nacional de Salud y las mejoras que deben ponerse en marcha en materia de atención sanitaria y de salud pública.

Al margen de la satisfacción por la concesión del Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2020, el Gobierno de España tiene una deuda moral y económica con los profesionales sanitarios.El Congreso de los Diputados ha puesto en marcha la Comisión de Reconstrucción Social y Económica, donde se analiza también la reestructuración de la Sanidad.

La comunidad científica avisa que la Covid-19 ha venido para quedarse y el sistema sanitario ha de prepararse para convivir con ella. En este contexto, como máximo representante del Consejo de Colegios Oficiales de Médicos de Castilla y León defiendo un Sistema Nacional de Salud con recursos económicos suficientes, con una inversión anual por encima del 7% del PIB, bajo la premisa de que hay que despolitizar la Sanidad para llegar a un gran pacto que posibilite un sistema sanitario moderno, eficaz y humanista.

Durante la pandemia, los profesionales sanitarios han respondido en tiempo récord para afrontar la avalancha asistencial, sin contar con las estructuras sanitarias adecuadas, reforzando su compromiso con la sociedad y el interés general.

Ahora es el momento de dar una nueva lección de unidad y conseguir la reforma del modelo sanitario a través de un gran acuerdo político, institucional, profesional y ciudadano que implique al Gobierno de España, a los gobiernos de las Comunidades Autónomas, a los partidos políticos, las organizaciones profesionales y sindicales, sociedades científicas y asociaciones de pacientes. Los profesionales sanitarios han sido un ejemplo para todos y ahora es de justicia responder con la misma generosidad.

Como presidente del Colegio Oficial de Médicos de León y del Consejo de Colegios Oficiales de Médicos de Castilla y León quiero también reivindicar el papel de los profesionales en la negociación de la revisión de las grandes leyes sanitarias: la Ley General de Sanidad (1986), la Ley de Calidad y Cohesión del Sistema Nacional de Salud (2003) y la Ley General de Salud Pública (2011).

Con o sin el amparo de este nuevo marco normativo, los médicos tenemos claras las líneas de actuación para avanzar en los nuevos retos que se nos presentan. La contribución de la profesión médica a la nueva normalidad es ineludible y supone una oleada de reformas que nos sitúe de nuevo a la vanguardia de la Salud Pública y con recursos suficientes para estar preparados ante futuras amenazas sanitarias.

El futuro del Sistema Nacional de Salud exige al menos 45 propuestas de actuación, acompañadas de una financiación económica que supere los recortes sufridos en los últimos doce años.

La profesión médica constituye la piedra angular del Sistema Nacional de Salud y estamos preparados para afrontar el futuro desde la responsabilidad, pero también desde la reivindicación para redefinir el modelo de gestión y realizar cambios organizativos.

En calidad de máximo representante del Consejo de Colegios Oficiales de Médicos de Castilla y León quiero destacar que las entidades colegiales, como organizaciones de Derecho Público, tenemos un rol esencial porque defendemos tanto los valores del profesionalismo médico como el interés general de la sociedad con el objetivo de que todos los ciudadanos tengan acceso a una atención sanitaria de la máxima calidad.

Por todo ello, los médicos nos sentimos legitimados a ser el interlocutor principal para redefinir el modelo sanitario de España. La defensa de la Salud Pública requiere, entre otras prioridades, la aprobación de una Estrategia Nacional contra el virus SARS-Cov-19; asegurar una reserva estratégica de material de protección para sanitarios y ciudadanos; garantizar en el BOE una financiación suficiente del SNS para asegurar la protección de la salud y la atención sanitaria equitativa; potenciar la AtenciónPrimaria y Hospitalaria; establecer un modelo de co-gobernanza entre el Gobierno de España y las comunidades autónomas en materia sanitaria; reconocimiento, promoción y mejora de las condiciones del ejercicio profesional y laboral del médico; invertir en capital humano aumentando las plazas MIR y las plantillas en los servicios de salud, así como su desarrollo profesional; estimular la producción nacional de bienes de equipo y de tecnología esenciales; y favorecer la investigación médica.

Hemos sufrido una crisis sanitaria sin precedentes a la que los médicos han hecho frente con compromiso, sacrificio, esfuerzo y vocación. La vuelta a la nueva normalidad exige un Pacto de Estado por la Sanidad y el desarrollo de la Ley General de Salud Pública de 2011 que garantice la mejor sanidad de calidad, accesible y solidaria.