"Se van y ni siquiera puedo enfadarme"

El Bierzo pone cara a la despoblación en la campaña 'Salvemos las zonas rurales' del Parlamento Europeo grabada en San Esteban de Valdueza por la agencia berciana 'Mil Ojos'

A. Cardenal
29/10/2018
 Actualizado a 10/09/2019
Fotograma de la campaña ‘Salvemos el Mundo Rural’ grabado en San Esteban.
Fotograma de la campaña ‘Salvemos el Mundo Rural’ grabado en San Esteban.
El Bierzo pone cara a la despoblación con la campaña ‘Salvemos las zonas rurales’ promovida desde el Parlamento Europeo y que tiene un marcado acento berciano.

Y es que la pedanía ponferradina de San Esteban de Valdueza fue el lugar elegido para grabar un ‘spot’ que revive un drama tristemente habitual en el mundo rural, ver como las nuevas generaciones tienen que marcharse el pueblo en busca de una oportunidad. Así, la campaña, que también ha sido grabada por una agencia berciana, ‘Mil Ojos’, gira alrededor de la carta que una abuela escribe a su nieta y que contiene mensajes dirigidos a remover las conciencias y tratar de frenar la preocupante despoblación que se ha acelerado durante los últimos años. «Se van y ni siquiera puedo enfadarme. Nos quedamos los más mayores y con tristeza porque se han ido muchos», relata la protagonista del ‘spot’, una historia inventada que por desgracia en muchos casos está basada en hechos reales.

Y es que según los datos del propio Parlamento Europeo, la España rural seestá «desangrando demográficamente» y pierde cinco habitantes cada hora.

«El ritmo al que se está despoblando la mayor parte de España resulta problemático en múltiples vertientes: económica, patrimonial y medioambiental. Esto se traduce en peor acceso a los servicios públicos, desde sanidad a educación o transportes; un creciente envejecimiento de la población y mayores ratios de desempleo o emigración a otras comunidades y núcleos urbanos», recuerdan desde la campaña.

En el Bierzo, los datos no hacen más que refrendar la realidad descrita por una campaña en la que San Esteban de Valdueza sirve como escenario de una dinámica que se repite en pueblos y pedanías de todo el territorio nacional. Tras la actualización de los datos por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado mes de enero, la sangría poblacional volvió a quedar patente.

Los últimos datos reflejaron como Barjas, el municipio menos poblado de la comarca, contaba con 198 habitantes, un tercio menos que hace una década, una tendencia que siguen el resto de pequeños municipios bercianos como Oencia, que ha perdido casi la mitad de sus habitantes en los últimos diez años.

De hecho, la despoblación hizo acto de presencia en el día grande de las Fiestas de la Encina. Precisamente la falta de habitantes obligó a los municipios de Balboa, Barjas, Trabadelo y Vega de Valcarce a unirse para realizar la tradicional ofrenda, que sirvió para concienciar sobre los problemas que día a día se viven en el mundo rural berciano, que no baja los brazos y quiere tener un futuro.
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