En su impulso definitivo ha tenido mucho que ver el actual obispo de la Diócesis de León, Julián López, que defiende haber hecho todo lo que estaba en su mano para que el museo comenzase a ser una realidad, empezando por la cesión de un lugar privilegiado para su instalación, en pleno centro de la capital, y siguiendo por la creación de una fundación con entidad jurídica propia que será la encargada de gestionar el museo. Los «primeros pasos» de un proyecto con el que León «va a ganar muchísimos puntos» y que permitirá mantener la Semana Santa «durante todo el año» para que lo disfruten también las personas que «nos visitan en otras fechas».
Sin embargo, su puesta en marcha dependerá, en buena medida, de la financiación que reciba por parte de las instituciones públicas. Eso sí, el comienzo de las obras es inminente. El presidente del patronato y secretario de Asuntos Económicos y Sociales del Obispado, Pedro Puente, asegura que los primeros trabajos comenzarán a finales del mes de abril.
Será necesario invertir más de cinco millones y los plazos dependerán de la financiación pública Una de las primeras actuaciones será la ampliación de la que se convertirá en la entrada principal al Museo de la Semana Santa. Una de las puertas laterales del Seminario Mayor, en la calle Mariano Domínguez Berrueta, justo en frente de la calle La Sal. Será necesario ensancharla y hacerla más alta, con el fin de facilitar la entrada de las grandes tallas que formen parte de la exposición. Una portada «digna del edificio» y que no va a «desentonar», defiende el obispo. Junto a la puerta y ya en el interior, se habilitará la zona destinada a la recepción y el espacio para una pequeña tienda, justo debajo de una de las escaleras. También habrá que ampliar, como parte de la entrada, los arcos que desembocan en el patio para hacer un espacio más ancho. Esos trabajos serán, junto al asentamiento de las bases en el patio para instalar, posteriormente, una cúpula que lo cubra, los primeros pasos a dar para hacer realidad el Museo. Obras que ya han sido presentadas por el arquitecto a la Junta de Castilla y León y que se cubrirán con el presupuesto concedido para este año por el gobierno autonómico, 400.000 euros. Fondos que se suman a lo concedido por el Ayuntamiento de León, con lo que esperan instalar la cúpula.


La sala expositora "más privilegiada" será la que se ubique bajo la cúpula que cubrirá el patio Y, ¿cuáles serán estas piezas? No será una exposición formada únicamente por esculturas. Habrá tallas, sí, pero también otros elementos como tronos, vestimentas, pinturas, objetos de las agrupaciones de música o documentos. Todo lo que quieran ceder las 16 cofradías leonesas a este museo, que previamente pasará por el filtro de una comisión artística que decidirá qué piezas se aceptan. Tampoco estarán todos los pasos que desfilan cada Semana Santa por las calles de la Catedral. «No tienen por qué venir todas las imágenes ni mucho menos», defiende el obispo, por lo que todas las tallas titulares de las cofradías o expuestas al culto en las diferentes parroquias no estarán en el museo. «Hay imágenes que nunca saldrán de una iglesia por mucho museo que haya», explica, poniendo como ejemplo la talla del Nazareno, tan venerada en Santa Nonia. Pero hay otras muchas guardadas, además de piezas de la propia Diócesis y diferentes elementos de las cofradías que sí son susceptibles de entrar en este museo y ayudar a mantener viva la Semana Santa durante todo el año.
Los anchos pasillos de las dos plantas, parte de los habitáculos de la primera y lo que eran las aulas de la segunda se convertirán en salas de exposición, manteniendo su estructura general, aunque haya que ampliar alguna puerta o unir a través de alguno de los tabiques varios habitáculos entre sí. También se dedicará a este fin el espacio que quede bajo la cúpula del patio, la exposición «más privilegiada», donde se ubicarán las tallas de mayor valor, «los pasos más emblemáticos», explica Pedro Puente, alguno de ellos subido incluso a su propio trono.
Todos los mecanismos legales están ya en marcha y trabajando en este proyecto cuyas obras comenzarán, después de haber realizado unas catas en el patio para comprobar la fijación de lo que será la cúpula, a finales del mes de abril. El desarrollo posterior dependerá de la financiación que las instituciones destinen a este fin, aunque la fundación está buscando «más cofinanciadores».El obispo, Julián López, confía en poder «verlo pronto».