Ponferrada ha vivido toda la Semana Santa sorteando a la lluvia. Empezó con los santos en la Basílica y allí tuvo que procesionar a algunos, como la procesión de los minipasos, la Dolorosa o la procesión más larga, la del Santo Entierro, con 13 pasos. Pero San Juanín sí pudo realizar su carrera para encontrarse con la virgen y queda ahora una de las procesiones con más sentimiento y que dan cierre a estos días de pasión, recogimiento y también de turismo. Este domingo de Pascua, a las 11:00 horas, comienza la procesión desde la Basílica de la Encina, con la Real Hermandad de Jesús Nazareno y la Asociación de Nuestra Señora de la Encina que se unen en este encuentro.
Recorrerán las calles de Gil y Carrasco, desde San Andrés, Plaza de la Encina, calle del Reloj y plaza del Ayuntamiento, con las señoras con mantilla blanca o negra. Esa es la procesión de Nuestra Señora de la Encina.
Al tiempo, la procesión del Santísimo Sacramento saldrá de la Basílica para dirigirse por la calle del Paraisín, Cruz de Miranda, calle Jardines hasta la plaza del Ayuntamiento, con los nazarenos con túnica blanca, sin pucho. Allí se producirá el solemne encuentro pascual.
En ese momento se le quitará el luto que porta la Morenica y comenzarán a sonar las bombas y campanas para anunciar algo grande, lo que se ha esperado desde su muerte, la resurrección del Señor. Tras la alegría por ella, la comitiva se dirige a la Basílica de la Encina para celebrar Eucaristía.
Desde este domingo al próximo, en el que será la Eucaristía de Acción de Gracias (12:30 horas en la Basílica de la Encina el 27 de abril) con las hermandades y cofradías de la ciudad ante la patrona, la Iglesia de San Andrés acogerá la ostensión de la réplica de la Sábana Santa en horario de culto.
Con esas actividades se pondrá fin a la Semana Santa ponferradina, entre la devoción, el agua y el turismo.