Es el temor de todos los años para los cofrades y la realidad en muchas ocasiones. Que llegue Semana Santa y llueva. En 2025, que la Semana Santa cae del 11 al 13 de abril, la incógnita vuelve a las cofradías de León, en unas fechas en las que la Aemet tiene registrado que suele llover. Entre el 13 y el 20 de abril, la precipitación media acumulada en la mayor parte de la provincia es de 20 a 30 milímetros por metro cuadrado, según ha informado esta semana la Agencia Estatal de Meteorología.
Es una de las semanas santas más tardías del siglo XXI, pero no la única. Lo normal es que, al caer más tarde, predomine el tiempo primaveral con temperaturas cálidas, si bien las lluvias también son habituales en estas fechas. Si tiramos de hemeroteca, en 2011 se produjo la Semana Santa más lluviosa en décadas, con la suspensión de la procesión de Los Pasos el año en que la Cofradía de Jesús cumplía 400 años y con lluvias desde el Lunes Santo hasta el Sábado Santo, y decenas de procesiones suspendidas en León. En aquel año la Semana Santa cayó del 15 al 24 de abril.
Sin embargo, los años más recientes en el tiempo en el que la Pasión cayó en fechas similares invitan a ser más optimistas. Por ejemplo, en 2022, cuando el Viernes de Dolores fue el 8 de abril y el Domingo de Pascua el 17 de abril, hizo buen tiempo todos los días excepto el Lunes Santo, cuando sí que hubo que suspender las procesiones de ese día. De hecho, en 2017, hubo una Semana Santa perfecta y todas las procesiones salieron a la calle con temperaturas veraniegas por momentos. Aquella fue del 7 al 16 de abril.

El año anterior a la pandemia, en 2019, la Semana Santa cayó del 12 al 21 abril, prácticamente idéntica a este año, y aquella vez llovió el Miércoles Santo y el Jueves Santo, días en los que solo lograron salir la Agonía y la Bienaventuranza, aunque tuvieron que recoger en ordinaria bajo la lluvia en el patio del instituto Juan del Enzina.
Y en 2014, cuando la Semana Santa fue en la mismas fechas que este año, del 11 al 20 de abril, llovió el Miércoles y el Sábado Santo. La estadística, por lo tanto, refleja que todo puede suceder y que habrá que esperar y confiar.