La de este Lunes Santo era una de las grandes citas con la historia cofrade de León, pero este año se vio empañada por el mal tiempo. Sin llegar a suspenderse, la amenaza de lluvia provocó que la gran noche de las tres cofradías centenarias de León quedase reducida a cuatro calles y terminó pasada por agua.
La procesión de la Pasión, organizada por Angustias, Jesús y Minerva, fue acortada considerablemente para no poner en riesgo su patrimonio, pues la ventana seca prevista no era superior a las dos horas. Y así fue, pues la procesión acabó en Santa Nonia por momentos bajo la lluvia.

Minutos antes de las ocho de la tarde el entorno de la capilla con mayor simbolismo cofrade de León era un manojo de nervios. Nadie tenía claro qué iba a pasar. Justo a las ocho en punto, los responsables de las tres cofradías decidieron salir acortando el recorrido por la Rúa al llegar a la plaza de las Concepciones, para regresar al templo de salida por la calle de Santa Nonia.
Bajo un cielo que pasaba del azul al gris y del gris al azul en cuestión de minutos, fueron saliendo, entre los miles de papones de la habitual marea negra que domina esta procesión, la Virgen de las Angustias, el Nazareno y la Piedad de Minerva, acompañado cada paso por su agrupación musical o banda respectiva.
Al llegar la Virgen de las Angustias a la calle Santa Nonia cayeron las primeras gotas, pero no fue hasta que el Nazareno entró en esa calle cuando comenzó a llover con mayor intensidad y hubo que aligerar el paso para que la procesión recogiera en las mejores condiciones posibles.

Fue una procesión más corta, pero las centenarias demostraron la misma Pasión, acompañados esta vez por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que se acercó por vez primera a esta procesión, justamente en el año en que el Nazareno irá a Roma.

Finalizaba así, empañado por el agua, un Lunes Santo de Pasión en León en el que todas las miradas estuvieron en Santa Nonia. Desde primera hora de la mañana, los grupos de montaje se afanaban en ultimar detalles para que todo pudiera estar listo para la tarde. Una procesión que comenzó a realizarse tal y como es ahora en el año 1993, tras el desencuentro entre cofradías que acabó con la histórica procesión del pregón en la que salían las siete que hasta los años 90 había en la ciudad.
Una procesión especial, emotiva para las tres históricas, que no pudo celebrarse con normalidad, pero que reforzó el vínculo que las une entre sí, con Santa Nonia y con todos los leoneses.