Las reivindicaciones que la UCCL quiere sacar este jueves a la calle no distan mucho de aquellos motivos que movilizaron al campo hace dos años cuando reclamaban precios justos por sus producciones, que se acabara la venta a pérdidas, pedían menos trabas burocráticas en el día a día, facilidades para propiciar el relevo generacional o más inversiones destinadas a la modernización de regadíos. A día de hoy los ganaderos y agricultores de León podrían utilizar aquellas mismas pancartas para protestar, pues en ellas se podía leer que ‘Si el campo no trabaja, la ciudad no come’, entre otras, o el lema, auspiciado por cuatro organizaciones agrarias, que fue ‘Por el futuro de la agricultura y la ganadería de León’.
Dos años después, con una pandemia mediante, los problemas siguen siendo los mismos con la diferencia de que muchos ganaderos ya no están en el sector para protestar por él porque han quedado por el camino debido a la escalada de costes de producción que han ido arrastrando en los últimos meses. La subida del precio de los carburantes, de la energía o de los piensos ha dejado a muchos por el camino hacia ese futuro de la agricultura y la ganadería en León, siendo sobre todo los ganaderos de vacuno de leche los peor parados, pero a los que se suman otras situaciones preocupantes en sectores como el avícola o el porcino.
En las últimas semanas el campo ha alzado la voz en diferentes provincias de Castilla y León. Este miércoles lo hizo en Zamora en una convocatoria organizada por Asaja y la Alianza UPA-Coag. Según Ical, fueron más de 3.000 los agricultores y ganaderos zamoranos que se unieron para reclamar el establecimiento de precios justos para sus producciones y la aplicación efectiva de la ley de la Cadena Alimentaria.
La comitiva, encabezada por una gran pancarta en la que se podía leer ‘Por el futuro del sector agrario. Por unos precios dignos y más respeto por el medio rural’ reivindicaba «unos precios justos y, sobre todo, que se aplique de una vez la Ley de la Cadena Alimentaria, igual que se aplican las demás leyes. ¿Por qué no la aplican? ¿La han sacado para reírse de nosotros?», preguntó, en declaraciones a la agencia Ical, el presidente provincial de Asaja, Antonio Medina.
«La PAC que viene es nefasta. He pedido, incluso, que se retire, a tenor de los informes técnicos que hay. Uno de ellos habla de que, posiblemente, no se consigan los objetivos de reducción de CO2 y otro, de que se va a reducir la producción hasta un 30%o», advirtió, además de incidir en que el Plan Hidrólógico «está sin aprobar», el aumento desmesurado de los costes y los problemas generados por la fauna silvestre, entre otros frente.
Por su parte, el coordinador de Coag Castilla y León, advirtió de la situación provocada por los elevados costes de producción «soportados» desde 2021. «Se suma el aumento del 20% del precio del gasóleo y nos enfrentamos a una sequía que amenaza a regadíos y secanos, además de la invasión por Rusia de un país estratégico en la producción cerealista como es Ucrania», indicó a Ical.
El secretario general de UPA de Castilla y León, Aurelio González, por su parte manifestó que están «hartos de que se hagan las normativas sin tener en cuenta nuestra necesidades». «Los costes nos ahogan y, si no se nos paga lo que nos cuesta producir los alimentos, puede llegar el momento en el que no se puedan producir», subrayó. «Hoy no se puede regar porque la energía eléctrica cuesta más que lo que vamos a sacar con las producciones, además de las consecuencias de la guerra en Ucrania. Y tenemos todos los otros problemas habituales, incluidos los daños por la fauna salvaje», enumeró.