"Son escritos sobre la insignificancia"

Avelino Fierro presenta esta tarde (19:45 horas en el Ayuntamiento de León) la cuarta entrega de sus diarios, titulada ‘Contra tiempo’, acompañado del poeta Manilla y los músicos Marta Fierro, Nico Guitare y Juanjo Alonso

Fulgencio Fernández
17/12/2019
 Actualizado a 17/12/2019
El leonés Avelino Fierro presenta este martes una nueva entrega de sus diarios, ‘Contra tiempo’, en el que recoge sus escritos de los años 2017 y 2018. | JOSÉ RAMÓN VEGA
El leonés Avelino Fierro presenta este martes una nueva entrega de sus diarios, ‘Contra tiempo’, en el que recoge sus escritos de los años 2017 y 2018. | JOSÉ RAMÓN VEGA
Cuentan que cuando apareció Google Avelino Fierro ya llevaba en su disco duro toda la información que encierra ese cajón sin fondo de la red, a la que para nada sigue. Bueno, no toda, sólo aquella que se refiere a los mundos que a él le interesan: la literatura, la poesía, el arte, la música, los libros, los viajes, los paseos por las calles, los barrios de su ciudad, los dibujos y la ilustración, las gentes diversas, los bares con conversación de tapa, El Cuervo, otros parecidos, el teatro, los conciertos... y, se supone, los asuntos fiscales pues siempre se añade a su nombre —como si fuera una excentricidad— aquello de que es el fiscal de menores, asunto del que habla poco pero, conociéndolo, sabe mucho.

Y, sin embargo, no es Fierro de los que te agobia cuando saca a colación una cita rebuscada de su disco duro, tal vez porque fue él quien se detuvo a hablar con una sonrisa, o porque sabes que es verdad, como él. Habla como si hubiera hecho la mili con Sánchez Ferlosio,  Joseph Brodsky, Seferis, Gil de Biedma, Miguel Torga o  Blanchot de quien, por cierto, utiliza una cita para quitarle importancia a su ocupación literaria, los diarios: «El interés del diario estriba en su insignificancia».

Y así se va ganando una legión de amigos, «un club de fans con tres miembros que tengo desatendido» y hasta el implacable crítico García Martín, al que todos temen, convirtió su crítica en un canto de admiración. También tiene explicación:«Martín es el lobo feroz con más entrañas de cordero que conozco».

La legión de amigos le permite otro lujo, no tener que definirse, lo hacen ellos por él, con más justicia. Julio Llamazares, autor del prólogo del libro que hoy presenta, dibujó el perfil que más se repite al hablar de él: «Fiscal de Menores de León, escritor de diarios y de poemas, dibujante, melómano, lector empedernido, aficionado a la fotografía y a la pintura, coleccionista de libros y amigos, paseante, conversador, hortelano a ratos». Y desde un campo lejano, el de la arqueología —que también le interesa a Fierro, cómo no, José Luis Avello añade otras pinceladas: «Es muy fácil escribir sobre Avelino Fierro, pues él es todo transparencia… No ignoramos cuáles son sus paisajes favoritos, sus múltiples y variopintas lecturas, sus maestros literarios y hasta sus entrañables amigos… (añadamos un etcétera). Lo verdaderamente hermoso, también, reside, en que nunca registra una palabra en contra de nadie. Para estos tiempos de tantos virulentos odios personales, es necesario enaltecerlo a sabiendas que sabe juzgar y fiscalizar».No es asunto menor. Todos sabían que Avelino Fierro tenía poemas en los cajones, además cuenta su vida como una novela: «Iba a estudiar Filosofía, pero cuando iba a matricular vi a la chica más bella que recuerdo, le pregunté qué iba a estudiar, me dijo que Derecho y nos matriculamos los dos».Y a los 58 años ‘reventó’ el literato que lleva dentro. O, más bien, accedió a mostrar sus diarios públicamente. Como siempre, la culpa no es del cha cha chá sino de la literatura. Así se lo contaba a César Iglesias en una entrevista realizada en dos etapas y muchos más bares, en los que siempre aparecía alguno de los personajes de sus diarios, pues una de sus grandes habilidades es saber hacer convivir a Messiaen o El doctor Correia da Rocha con  Tomás, uno que tenía una Ossa de cross sin matricular. Recordaba el escritor de Chozas cómo «en 1989 leí 'El cuaderno gris', de Josep Pla. Me dejó anonadado. Esto lo cuento en el libro. Luego leí 'El gato encerrado', de Andrés Trapiello, y los diarios de García Martín. Y ese género se convirtió en una de mis lecturas favoritas. Yo llevé un diario, en un cuadernito como dios manda, en 1993. Y ahí quedó la cosa, hasta que llegó mi amigo Manuel Vicente González, al que llamamos Manolo Cerebro, futbolista, escritor y editor, y me obligó a escribir. Una habitación en Europa comienza con la frase 'Este es un diario por encargo'».

Había arrancado la historia, por medio apareció —Fierro no sabe muy bien cómo— Eloísa Otero, siempre entrampada en los saraos literarios, y las páginas digitales de Tam Tam Press comenzaron a acoger los diarios de un leonés que escribe a bolígrafo y su mujer Mar tiene que trasladar al teclado del ordenador. Y a su vez se fueron convirtiendo, de la mano de Héctor Escobar El Lara de Vegacervera, en los tres primeros tomos de sus diarios, «que vienen a ser una selección de páginas de sus hermosos diarios y titulados: 'Una habitación en Europa' (2010-2012),  'Ciudad de Sombra' (2013-2014) y 'La vida a medias' (2015-2016).

Y ahora llega la cuarta entrega, Contra tiempo (también en Eolas ediciones) que esta tarde presenta (a las 19.45h, en el salón de actos del Ayuntamiento de León), donde acudirá acompañarán Fierro del poeta Antonio Manilla y el editor Héctor Escobar, la música en directo la pondrán Nico Guitare (guitarra), Marta Fierro (flauta) y Juanjo Alonso (guitarra), y la imagen correrá a cargo de Ursi Sánchez.

Y como regalo añadido, la publicación se acompaña de una pequeña plaquette del mismo autor, ‘Abril en París’ (una separata con cinco entradas de su Querido diario correspondientes a un viaje a París), en una edición bilingüe con traducción de Isabel Llagaria. La porta del libro es de Fernando Ampudia.
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