Convencidos de que el silencio y la resignación no han valido, no han funcionado, CCOO y UGT han decidido dar un paso adelante y convocar una movilización ‘Por el futuro de la provincia de León’ que está programada para el próximo jueves, día 15, a las siete y media de la tarde. Los motivos aseguran que sobran, y que es el momento de llamar la atención, de hacer ruido en busca de una reacción. Los secretarios provinciales de ambos sindicatos, Xosepe Vega y Enrique Reguero, comentan las claves de esa jornada, de ese 15N que debe ser «un punto de partida, no un fin» y al que seguirán más acciones en otros puntos de la provincia.
–Se llama a la movilización el próximo día 15 de noviembre. Para los que duden todavía, ¿por qué deberían respaldar esta convocatoria?
–Enrique Reguero (UGT). Hay una razón fundamental, y es que la provincia de León está en un estado de alarma muy preocupante. Todos los parámetros económicos nos sitúan ya en la cola de España y creemos que las políticas tanto autonómicas como nacionales no nos tienen en cuenta y solo lo hacen cuando hacemos ruido. Todos los sectores, colectivos y partidos con los que estamos hablando tienen esa misma inquietud y ese punto de encuentro. La situación es muy preocupante tanto para la clase trabajadora, parar los parados, las mujeres, los pensionistas, los autónomos, las pequeñas empresas... Y encima vemos una deslocalización importante de sectores, como la minería o como lo que ha ocurrido con Vestas, ejemplo más reciente. Es una preocupación, es una situación ante la que no nos resignamos a seguir callados, a estar en silencio y solo tener ese debate de la calle o en los bares sobre cómo debemos de salir de esto. En la calle todos hacemos los mismos comentarios y tanto CCOO como UGT hemos decidido dar un paso al frente y convocar esta movilización con el lema ‘Por el futuro de la provincia de León’, y animamos a la ciudadanía y a la clase trabajadora a dar una respuesta contundente el día 15.
–Xosepe Vega (CCOO). Poco hay que añadir, igual resumir que con el silencio y la resignación no ha valido para nada. No ha funcionado.
–Es necesaria esa llamada de atención, hacer ruido, pero ¿por qué ahora y no en otro momento?
–X.V. Cualquier momento hubiera sido bueno, eso es cierto, porque la situación de la provincia de León no es de ahora. Llevamos muchos años en los que claramente las políticas no han sido las adecuadas, las decisiones han perjudicado y han permitido que se fuera destruyendo el tejido económico e industrial. Ahora puede que estemos en una situación límite. Las previsiones de pérdida de población se acrecientan y no podemos esperar a tener 50.000 habitantes menos para levantar la voz. Nunca es tarde. ¿Que ha podido ser antes? Pues también.
Xosepe Vega: "Lo que pasó con Vestas no fue un tema de competencia, fue absoluta y simple avaricia"–¿Pero ha habido una gota que ha colmado el vaso, que ha desencadenado este paso, o es el resultado del cúmulo de muchas?
–E.R. Ha habido muchas gotas en las últimas décadas. En los análisis que hacemos sindicalmente, y uno de nuestros trabajos es reunirnos con diferentes colectivos, hemos visto esta emergencia. Esto se podría haber hecho hace 20 años, sí, o hace diez, pero ponernos de acuerdo todos los colectivos muchas veces en el debate propio de los matices y las diferencias conlleva no sacar adelante ninguna cuestión. Nunca es tarde si lo sabemos aprovechar. No contamos con muchos jóvenes ya en la provincia de León. Hay dos generaciones prácticamente perdidas, pero yo creo que es el momento de alzar la voz, de aunar puntos en común entre partidos políticos, colectivos, pequeños empresarios, autónomos, etc. Y tenemos que dar esa fuerza. No vale el pesimismo, el qué más da, el pensar que esto no va a servir para nada y esperar a que alguien de fuera venga con la varita mágica y nos regale algún proyecto interesante para la provincia de León. Esto también es culpa nuestra. Nuestro carácter leonés nos lleva muchas veces a no hacer nada y eso nos conduce a esta desesperación. Hay que levantar el ánimo de la ciudadanía leonesa y volcarnos y llenar las calles porque el 15N no debe de morir. El 15N es el principio de una serie de movilizaciones que tendremos sostenidas en el tiempo.
–X.V. Claro que hay gotas que colman el vaso. Podemos estar acostumbrados a ese deterioro basado en que la economía ahora mismo es mundial y que hay esa libertad de empresa que permite que la gente se vaya o venga con una competencia cero, pero es que lo que pasó en Vestas no fue un tema de competencia, fue un tema de absoluta y simple avaricia. Cuando hemos asistido a que una de las empresas que se nos prometía como la sucesión en esa transición energética justa también se nos iba porque no le bastaba con ganar cerca de cien millones al año y quería ganar más por pura avaricia, evidentemente yo creo que a toda la población de esta provincia nos ha dejado indefensos y con la sensación de que algo hay que hacer. En las conversaciones que estamos teniendo con la sociedad leonesa vemos que la frustración es importante, la indignación es importante, y ha llegado el momento de convertir esa energía negativa de la frustración en una energía positiva, en una dinámica positiva para luchar por el futuro que creo que debemos tener.
–Hace tiempo que se ha anunciado esta movilización, ¿habéis podido tomar el pulso a la gente en estos días?¿Qué respuesta esperáis?
–X.V. Esperamos una gran respuesta, si no no lo haríamos. La esperamos, la deseamos y creemos que es necesaria. No hay otro remedio. Lo que no podemos es seguir abonados a determinados elementos de propaganda, a que se nos prometan inversiones, planes, y todos conocemos que muchos de esos planes llevan diez años parados. Saludo que recientemente un ministro diga que va a venir una inversión para la línea de Feve, pero no hay plazos de ningún tipo y esto no nos puede bastar. No podemos acostarnos por la noche pensando que hemos leído en el titular de un periódico que van a venir 55 millones, o 50, o 60. Hace falta algo más. Llevamos muchas décadas acostumbrados a ver cómo se deteriora todo, a ver cómo las empresas cierran quizá porque el modelo económico de la provincia, que estaba basado en el tema energético,fracasó en su día. Estaba claro que había cosas que no se podían sostener porque somos una gota en el conjunto de la UE, pero es que si se sabía se podía haber planificado mejor cómo iba a ser esa transición y no hay ninguna planificación. Ha llegado el término de la minería y hemos visto que no había nada previsto.
Enrique Reguero: "Tenemos que llenar las calles porque el 15N no debe morir aquí, tiene que ser un punto de partida"–Hay gente que sigue pensando que salir a la calle no sirve para nada, ¿qué les diríais a esas personas?
–E.R. En una provincia en la que hay 160.000 jubilados, donde la mano de obra importante, con mucho talento, está desaparecida, eso resta fuerza a la reivindicación, pero también influye nuestro carácter. Dice el pintor Manuel Sierra, babiano, que la culpa de Babia es de los babianos y es un poco así. Nosotros no podemos seguir esperando a que alguien nos solucione la papeleta. Sí exigimos a las administraciones tanto a la Junta como al Gobierno central inversiones, y que miren a León como el punto estratégico del noroeste, pero no podemos esperar a que ellos nos den la solución porque no nos la van a dar. Tenemos que sacudirnos esa boina provinciana y ser reivindicativos. El problema de León, de nuestra cultura, de nuestra identidad, de nuestra manera de funcionar, en otra comunidad autónoma sería muy diferente. No podemos caer en esa depresión, dejarnos llevar por esa apatía, esa frustración, y pensar que qué más da, que para qué voy a salir. Ese qué más da hay que desterrarlo de nuestra manera de pensar. Yo pido a todos los leoneses que reflexionen en su casa, que reflexionen seriamente si tenemos un problema o no y si ven que no lo hay, pues bien está, pero que la culpa es nuestra y que nosotros tenemos que dar el do de pecho lo tengo muy claro.
–X.V. Sobre la utilidad de la movilización yo lo que le pido a la gente de León es que haga una reflexión, un repaso de hemeroteca y que vea cuál fue la reacción institucional al tema de Vestas en junio y cómo fue yendo esa postura en julio, agosto, septiembre, octubre y ahora. Comprobarán como tanto la administración autonómica como el Gobierno central poco a poco fueron incrementando su implicación en el problema hasta llegar a una consejera –en referencia a la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo– que busca hasta inversores y a la que diría que podría haber hecho ese trabajo en enero, febrero, marzo… y que lo siga haciendo, que todos los meses busquemos inversores y que no se conforme con uno u otro, que los traiga a los dos. Cuando la gente haga ese repaso de cómo se fue incrementando esa actitud de los gobiernos de intentar arreglar lo de Vestas, que lo relacionen con la movilización social que se fue produciendo a raíz de eso y verán que a movilización-reacción. Cuando hagan esa reflexión, que se pregunten si va a servir de algo el 15N, porque posiblemente ya esté sirviendo solo con la convocatoria, entonces, ¿qué ocurrirá cuando nos manifestemos?
–Empezamos con esta movilización, con ese 15N, pero ¿cuáles serán los siguientes pasos a dar?
–E.R. Nosotros huimos del centralismo, entendemos que León tampoco puede ser el centro de la provincia. El 15N comienza en León, pero lo vamos a trasladar a otras comarcas, a otras localidades. Estamos trabajando en las fechas, que cuando se sepan las contaremos. Y no va a morir ahí. El tono reivindicativo tiene que ir en aumento en una provincia de León que fue rica, que es rica. Que ha estado hace décadas en una situación en España por encima de la mitad de la tabla y que ocupa ahora los últimos puestos. En la que hay una despoblación brutal, donde las mujeres tienen peores condiciones salariales que los hombres, los jóvenes se tienen que marchar a un exilio forzoso, donde no se puede depender de un sector como la hostelería, que está muy bien, pero que no puede ser el motor importante. Hay que fijar industria, repoblar los pueblos, es muy importante Torneros como punto de partida... Todo esto es una actitud política, una voluntad política, depende de si se quiere hacer o no. Esa es nuestra exigencia a los gobiernos, que cambien esa actitud. El 15N va a ser un punto de partida, no un fin.
–¿En todo esto qué papel deben jugar los sindicatos?
–X.V. Tenemos que jugar un papel porque evidentemente nosotros estamos defendiendo el derecho de los trabajadores a trabajar donde ellos decidan, y hay muchos trabajadores que están obligados al exilio, a marcharse ante la falta de oportunidades y de tejido empresarial. Sin empresa y sin riqueza no hay empleo y ahí hay una convergencia de intereses. Ellos necesitan tener mejores capacidades para sus proyectos empresariales, y nosotros más empleo y de calidad, y ahí habrá diferencias que habrá que saber manejar. Ahora mismo solo se sale de esta situación con actuaciones extraordinarias. Nos están demandando hacer el papel de catalizadores, de construir una idea común sobre cuál debe ser el futuro de León. Nos han propuesto crear foros para el diálogo entre sectores e iremos viendo. Se ha abierto un nuevo ciclo, se ha establecido un diálogo que tiene que ser positivo, fructífero y habrá que incrementar el tono dependiendo de la respuesta.
–ER. En nuestra bola de cristal común cuando convocamos a la rueda de prensa para anunciar la manifestación ya dijimos que nos íbamos a despachar con planes industriales e inversiones en los próximos días y no nos hemos equivocado, nuestra bola no ha fallado. Queremos medidas y planes, pero que esos planes y esas medidas vengan presupuestadas y con plazos, que sean de verdad.
"Tenemos que sacudirnos la boina provinciana y ser reivindicativos"
Entrevista a los líderes provinciales de CCOO y UGT, Xosepe Vega y Enrigue Reguero
12/11/2018
Actualizado a
15/09/2019
Lo más leído