A esta cantidad será necesario añadir los efectos positivos sobre el conjunto de la economía derivados de la creación de nuevos modelos y oportunidades de negocio, las nuevas oportunidades laborales generadas por las actuaciones ligadas al Perte, así como los ahorros generados en el tejido productivo, las economías domésticas y los presupuestos públicos.
Se trata de un Perte transversal que cuenta con medidas gestionadas por los ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación; Industria, Asuntos Económicos y Transformación Digital o Ciencia e Innovación, destinadas todas ellas a propiciar la transformación de la cadena agroalimentaria e impulsar la modernización y digitalización del sector, su crecimiento económico y la cohesión territorial. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha destacado que el Perte tiene una «gran significación social, territorial y ambiental en España».
El sector agroalimentario representa el 10 por ciento del PIB nacionaly está conformado en su mayor parte por pequeñas y medianas empresas, un 96 por ciento de las más de 30.500 compañías que operan en España. De esta forma, el Perte se concibe como un conjunto de medidas que benefician a empresas y autónomos del sector que persiguen objetivos «claros»: mejorar la competitividad, la sostenibilidad, la trazabilidad y la seguridad alimentaria. Además, el Gobierno apunta a que dada la importancia del sector en el medio rural, contribuirá a afrontar el reto demográfico.
El proyecto aprobado por el Consejo de Ministros para destinar parte de esos fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia se divide en tres ejes prioritarios.
El primero de ellos es un paquete de apoyo específico para la industria agroalimentaria que estará dotado de 400 millones de euros. El objetivo es mejorar los procesos de producción para ganar en competitividad, sostenibilidad y trazabilidad de la producción de alimentos. La principal medida será puesta en marcha por el Minsterio de Industria, Comercio y Turismo.
El segundo eje, con 454 millones de euros, se destinará a medidas concretas para apoyar el proceso de adaptación digital y se hace extensible no solo a la industria si no a todos los agentes de la cadena alimentaria: agricultores y ganaderos, cooperativas, pequeñas y medianas empresas de producción, transformación y comercialización. Para las pequeñas empresas, desde el Gobierno destacan el programa ‘Kit digital’, del que se podrían beneficiar con unos 275 millones para digitalizar procesos y poner en marcha tiendas ‘online’. Además, con miras a agricultores y ganaderos el Ministerio pretende avanzar en la digitalización del cuaderno de campo para simplificar su relación con la administración.
El último de los ejes es el destinado a medidas específicas de apoyo a la innovación y a la investigación «para lograr un sector agroalimentario competitivo en todos los eslabones». Estará dotado con más de 148 millonesy una de las líneas se realizará en conjunto con las comunidades autónomas.
Bien recibido en el sector
Las seis organizaciones interprofesionales del sector ganadero-cárnico han expresado su satisfacción por la aprobación del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) agroalimentario.
Asici, Avianza, Intercun, Interovic, Interporc y Provacuno han destacado que la aprobación del proyecto por parte del Consejo de Ministros «permitirá avanzar en los horizontes de transformación del sector bajo las palancas de la sostenibilidad y la digitalización, para apuntalar la posición española en la vanguardia europea y mundial del sector cárnico».
«Las interprofesionales agradecen al Gobierno la consideración del sector agroalimentario --del que forma parte importante la cadena ganadero-cárnica-- como un sector estratégico para el país, una valoración que se plasma en la aprobación de este Perte», han apostillado.
Las organizaciones estiman que el Perte movilizará una «importante» inversión privada, con el objetivo de incrementar la sostenibilidad ambiental y la capacidad de innovación.