Una excelente forma de conocer todas las riquezas de la zona es a través de la Vía Verde y el Camino Natural, dos paseos que discurren por sendos ramales delantiguo ferrocarril minero, ya en desuso. Ambas rutas se pueden recorrer a pie o en bicicleta y son una perfecta opción para hacer en familia y en cualquier época del año.
Dos paseos que ‘cambian’ con las estaciones, pasandodel verde de la primavera y verano, al blanco con la llegada de las nieves en invierno mientras que en el otoño la gama de ocres y amarillos ‘tiñen’ el paisaje y las sendas reciben al visitante con una alfombra de hojas secas.
Estos dos paseos son una pequeña muestra de las muchas rutas de senderismo que hay en Laciana, rutas que están recogidas en la App de Laciana Turismo.
Vía Verde
Este paseo, de 6,2 kilómetros, discurre entre las localidades de Villablino y Caboalles de Arriba, pasando por Villager y Caboalles de Abajo. La ruta se inicia junto a la rotonda de la Avenida de El Bierzo y finaliza en las inmediaciones del Centro del Urogallo, en Caboalles de Arriba, ubicado en un edificio inspirado en la casa típica lacianiega en forma de U.En este recorrido, el medio natural (avellanos, abedules, robles, rosales silvestres o espino negro) se mezcla con el patrimonio industrial: cargadero de carbón de Bolsada o las instalaciones del emblemático Pozo María donde su castillete emerge como un ‘faro’ que guía al caminante. El senderista tiene la opción, además, de visitar los pueblos por los que discurre la vía y acercarse al patrimonio arquitectónico y etnográfico de cada localidad: capillas, casonas, hórreos de teito, pilones,molinos o lavaderos. Destacar que la Vía Verde está adaptada a personas con movilidad reducida.
Camino Natural
Esta senda, de tierra compactada, discurre entre el lavadero de carbón de Villablino yVillaseca de Laciana,-pasando por Rioscuro- , para continuar después por otro ramal que unía el cargadero de Villaseca con el de El Castro. Un paseo que se puede rematar con la visita a la Laguna del Castro y el mirador del mismo nombre.Este trazado, de 7,7 kilómetros, va paralelo al río Sil que se sortea a través de varios puentes.Un recorrido entre prados, robles, avellanos y abedules en el que la melodía la pone el sonido del Sil, las chuecas (cencerros) de las vacas y, si hay suerte, el ladrido de los corzos o ver las huellas del paseo vespertino del oso pardo. Y es que la comarca es refugio de osos y urogallos.