Voto emocional

Siempre me generan curiosidad los eslóganes de las campañas electorales. Es imposible transmitir un mensaje argumentado con un puñado de palabras. Por eso, las mentes pensantes de los partidos optan por conceptos que apelan a la emoción. Pero esto tiene un problema, los resortes emocionales que los candidatos quieren tocar suelen ser los mismos, independientemente de las siglas. Por ejemplo, la mayoría de los partidos que optan a la alcaldía de León coinciden en utilizar en sus lemas la palabra ‘futuro’.

Es lógico que se interpele a la emoción y no al raciocinio. La inmensa mayoría de la gente que vota no lo hace tras una reflexión sesuda y una comparación concienzuda de los programas de cada partido, sino que introducen la papeleta por sentimiento de afinidad o de rechazo hacia uno u otro candidato o partido político. Así de simple es la ecuación que lleva a que una persona vote en una u otra dirección. Que haya millones de personas que votan siempre al mismo partido, independientemente de si lo ha hecho bien o si ha mentido vilmente y no ha cumplido sus promesas electorales, es la prueba más evidente de que de nada vale intentar convencer con razonamientos. Es cierto que uno de los partidos sí apela a «defiende lo que piensas», pero lo hacen sabiendo que realmente los votantes confunden pensar con sentir. No hace falta recordar que a quienes no les interesa una sociedad con pensamiento crítico es precisamente a los políticos.

Otro aspecto digno de estudio es cómo durante los últimos años se ha venido acentuando en las campañas electorales la apuesta por lo local. Una tendencia que ha invadido la mayoría de las capitales de provincia de nuestro país y que es debido al mero hecho de la observación. No hay que ser un catedrático en ciencias políticas para ser consciente que desde hace décadas en nuestro país los nacionalismos son los que se han llevado, y lo hacen a día de hoy sin ningún rubor, el gato al agua y han conseguido todo tipo de beneficios en detrimento del resto de comunidades autónomas.

Por esta razón, es lógico que los candidatos a la alcaldía de la ciudad de León utilicen lemas como ‘Solo León’, ‘Somos León’ o ‘Cuida León’. Con estos mensajes pretenden alejarse del centralismo de sus propios partidos, intentando desmarcarse y dejar claro que a ellos sólo les preocupa León. Pero insisto, es entendible que viendo la deriva de la política nacional, los candidatos a las elecciones locales se conviertan en nacionalistas de su ciudad. Situación que cada vez va a ir aumentando en intensidad, sin que nadie se pare a pensar en sus consecuencias.