Uno se pregunta cómo pueden popularizarse frases como «¿papá, por qué somos del Atleti?» cuando hay por el mundo equipos como la Cultural (y Deportiva Leonesa para ser más concretos) en los que cabría perfectamente esa expresión que para sí se arrogan los colchoneros que vivieron a la orilla del Manzanares.
Y encima en León hace más frío, como se encargó de recordarles nuestra poeta Marga Merino bautizándola como la capital del invierno. (Mira que tenemos mala suerte, en lo que tendríamos un equipo de Primera, en poesía o novela, resulta que no hay Liga. Tal vez sea mejor así porque si no los ficharían Florentino o Laporta y les obligarían a besarse su escudo cada vez que recitaran un soneto o un cuento).
Se afanan los capitalinos en decir que pueden hacerse esa pregunta porque tienen varios ‘casi títulos’ (con la famosa Copa de Europa como ejemplo) mientras los leoneses tenemos que pasar décadas por los barros de la Tercera División (disfrazados con eufemismos antes y con nombres tramposos después) para subir una vez a Primera de la mano de un milagro de Genarín y regresar al barro después, hasta la ruina, pasando a la pequeña historia de este deporte por aquella famosa Operación Chatarra en la que el club enviaba ‘fregonetas’ a recoger lo que les quisieran echar y venderlo después.
Y encima en León hace más frío.
Bien es cierto que no tuvimos que sufrir a Jesús Gil de presidente, que consultaba las decisiones con los caballos y quería echar a los cocodrilos a los negros cuando fallaban un gol (Adolfo el Tren Valencia). Igual por esa parte sí nos igualamos en sufrimientos... pero en León hace más frío.
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