La Comisión Territorial de Patrimonio Cultural, ha aprobado el proyecto de intervención arqueológica y consolidación de los restos del monasterio de San Pedro de Eslonza, Bien de Interés Cultural (BIC), en la localidad de Santa Olaja de Eslonza, en el término municipal de Gradefes. La autorización se hace bajo la prescripción de utilizar exclusivamente cal en las dosificaciones del mortero. A su vez, la Comisión ha aprobado la solicitud de llevar a cabo trabajos arqueológicos integrados en el proyecto de intervención arqueológica y consolidación de los restos del monasterio».
Es la nota oficial de la última Comisión de Patrimonio. En ella se habla de «consolidar los restos»y no se les puede acusar de mentir;tal vez de acudir a eufemismos para no acudir a una expresión más real, «tratar de salvar las ruinas que aún quedan». Porque a lo largo del tiempo este antiguo cenobio benedictino, considerado el segundo monasterio más importante de la provincia, después del de San Benito de Sahagún.
El obispo Almarcha compró la fachada y la colocó en la iglesia de Renueva de León Pero antes de esta intervención a este monasterio le ha pasado de todo:Sufrió el paso por aquellas tierras de Almanzor (en el 988), la inevitable Desamortización de Mendizabal, el obispo Almarcha ‘compró’ su preciosa fachada y la trasladó piedra a piedra a la capital de la provincia para instalarla en la fachada de la Iglesia de San Juan y San Pedro de Renueva, donde aún está y no son pocas las piezas que han sido expoliadas y trasladadas a lugares diversos. Uno de sus valiosos retablos acabó en la iglesia de Villamañán, allí sigue junto al reloj, las campanas, el púlpito y el coro; los cinco santos de la fachada, de José Rozas, sufrieron suerte diversa, siendo el menos ‘noble’ el destino de Santa Natalia, que se llevó un hostelero de Mansilla y servía para que los clientes ataran en ella sus mulas; el San Pedro acabó en otra parroquia, la de Villanueva del Condado;el valioso arca de plata que contiene las reliquias de San Adrián y de su esposa Santa Natalia, de 40 centímetros, de madera forrada por una chapa fuerte de plata cincelada en la que se representan escenas de la vida de los santos mártires, se encuentra en el monasterio de las Carvajalas de León. Había, además, entre los bienes del monasterio de Eslonza obras de mucho valor pictórico, entre las que destacan algunos cuadros de discípulos de Velázquez (Juan de Pareja, entre otros). Y hasta hubo piezas que se llevó para su casa leonesa algún miembro de la Comisión de Monumentos. Muchas otras piezas acabaron en casas particulares, por todos aquellos contornos, en los que no es complicado ver una pila bautismal para que beban las gallinas.
Tan extendida estaba esta situación que en la página web del ayuntamiento de Villasabariego, al que pertenece Lancia, se podía leer:«Rara es la iglesia de estos pueblos cercanos que no tenga alguna pieza, ni casa particular que no tenga una piedra labrada de la iglesia y del claustro del esquilmado monasterio benedictino de Eslonza». Más claro...
No tiene otro remedio la Comisión Territorial que administrar las ruinas, es lo que queda de este importante cenobio que entre los detalles de su importante historia, que arranca con su fundación en el año 912 por el Rey García Ide León. En este cenobio trabajó un gran artista de la época, Juan de Badajoz, y vivieron Gaspar Melchor de Jovellanos (donde ejerció el cargo de pasante)y el padre Benito Jerónimo Feijoo.
Los dueños de Eslonza eran una familia asturiana, que lo compró en la Desamortización, y a ella se dirigió Almarcha para comprar la fachada, según los datos que ofrece el propio obispado, por 100.000 pesetas a Felipe Alvarez Estrada Díaz, descendiente en cuarta generación de la familia que lo había adquirido. Los actuales dueños se lo ceden a la Junta Vecinal de Santa Olaja de Eslonza pues no les da más que gastos y disgustos.
Una historia de locura, tanto que en 1935 la Diputación debatió si convertirlo en sanatorio psiquiátrico.
Eslonza, lo que somos. Eslonza, lo que fuimos
Consolidar las ruinas del monasterio, es lo único que puede hacer la Comisión de Patrimonio con este importante cenobio benedictino en el que ha pasado de todo:ataque de Almanzor, la Desamortización de Mendizabal, Almarcha trasladó la fachada a León, muchas esculturas fueron expoliadas, obras de arte robadas... Ya sólo queda la ruina
03/11/2015
Actualizado a
18/09/2019
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